Doctrinas de la Gracia

1 may 2015

La psicología y la Iglesia cristiana



La Teología y la Psicología son polos opuestos.

La Teología es el estudio de los atributos de Dios. Y su objetivo inicial, desde que fue instituida como cátedra del conocimiento, fue que, conociendo el hombre los atributos de Dios, LO GLORIFICARÉ. La raíz etimológica de la palabra lo dice: Teo=Dios, Logos=estudio. Y la necesidad del conocimiento de Dios no debe ser para beneficios terrenales y carnales del hombre. Debe estar encaminado a SU GLORIA. 

Hay una diferencia abismal, de muchas, entre la psicología y la teología. La psicología desarrolla y agota todos sus recursos y métodos en el bienestar del hombre en la tierra. La teología estudia y enseña el evangelio del Reino de Dios, que SALVA al hombre de la CONDENACIÓN y le da VIDA ETERNA.

En la psicología el hombre es el centro, en el evangelio el centro es DIOS.

El evangelio de nuestro Señor Jesucristo está dirigido y se centra en DIOS y su GLORIA. No en el hombre. (Muchos han invertido esta verdad para su propio beneficio). El evangelio tiene la solución para el hombre externamente al individuo, mirando hacia arriba, hacía el Creador. Su "método", que realmente es su revelación especial, son las escrituras, entregadas al hombre por medio de la predicación. Su aplicación y eficacia se basa en la FE. 

La Psicología en cambio es una ciencia inexacta y teórica. Es Humanista, por antonomasia. Se basa en la RAZÓN, pero no una razón comprobada como sucede con las matemáticas, por ejemplo, sino en una razón supuesta, sugerida, teórica. Su objetivo es el hombre, su realización y solución. Y busca su solución en el interior del hombre, o en su comportamiento o en sus experiencias. Sus métodos son anti bíblicos y anti Cristianos. Se basa en estudios realizados principalmente por hombres Ateos: Skinner con su "teoría conductista", Freud con su "teoría del Psicoanálisis" y Rogers con su "teoría de la personalidad". Entre otras cosas Sigmund Freud decía de sí mismo “Soy un judío que odia a Dios”.

Un Psicoanalista (Freud) buscará en la infancia del paciente la solución a su problema, recurriendo en ocasiones a la hipnosis y la regresión. El Conductismo (Skinner) busca la solución al problema del paciente analizando las respuestas del individuo a estímulos externos. Rogers, establece como factor principal para lograr la sanidad mental del paciente, una relación estrecha, directa y humana, entre este y el terapeuta, a través de la práctica de escucharlo atentamente, en la comodidad de un diván y en un ambiente agradable y  libre de amenazas. 

En este sentido la psicología libera al hombre de responsabilidades y culpas. Puede el individuo ver la causa de su problema, en algo que paso en su niñez, o en circunstancias externas a él como el medio ambiente, o inclusive en algún factor genético. En contraste, el Evangelio hace responsable de sus actos al hombre, para que sea convicto de pecado y busque en Cristo el perdón y la salvación.

Gran parte de la psicología contemporánea le dice al hombre que su comportamiento actual es producto de su pasado. Como por ejemplo aquel esposo maltratador, cuyo psicólogo personal le concluye que él también fue maltratado y lo libera de la culpa.

El evangelio, en cambio, lo llama al arrepentimiento: le dice en Hechos 3: 19

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados.”

Y a aquel maltratador, arrepentido de su pecado, consiente de su responsabilidad y su culpa y convertido por la FE en Jesús, la palabra continúa diciéndole:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5: 17)

Y finalmente, con relación a su esposa le dirá:

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. (Efesios 5: 25)

Si juntamos el conocimiento adquirido, a lo largo de la historia, por filósofos, sociólogos y psicólogos sobre el ser humano y su comportamiento, no alcanzaría a ser ni el 0.0001% de lo que el Creador conoce al hombre, su criatura creada. Aquí radica la ineficacia de la psicología y el poder de la palabra de Dios.

La psicología ha estudiado el comportamiento humano y lo conoce bien. Y puede dar soluciones preventivas sobre las consecuencias que un determinado comportamiento en un individuo pueda generar. Por ejemplo la psicología ha logrado establecer circunstancias o métodos que pueden ayudar al individuo, a una pareja, a una familia o a un grupo, a liberar tensiones, preocupaciones, etc. Sin embargo sus soluciones son, en la mayoría de los casos, temporales, pasajeras y casi siempre NO definitivas. Por lo tanto vienen a constituirse para el individuo, como en una droga adictiva. Para buscar soluciones, la psicología, en muchos casos toma caminos largos, difíciles y confusos. De hecho en EE.UU., los nativos (verdaderos gringos), tienen un terapeuta de cabecera durante toda su vida. El costo de sus servicios es parte de su presupuesto mensual de gastos.

Por ejemplo, el psicólogo terapista y escritor Walter Riso, muy conocido en el mundo hispano por sus libros de autoayuda y superación, tiene una obra titulada: “EXCESO DE EQUIPAJE”, en la que desarrolla un profundo análisis, sobre la cantidad de cargas innecesarias que el ser humano va acumulando en el desarrollo de su vida y que le impiden realizarse y ser feliz. Análisis que requirió de todo un libro para ser expuesto. LA BIBLIA, el manual de vida y conducta del cristiano, resuelve este dilema en un número de versículos que no llenarían 2 páginas. Y que serían suficientes para cualquier cristiano que coloque toda su confianza en DIOS y en su PALABRA. Uno de estos versículos es Mateo 11: 28-30

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Porque la FE puesta en JESUCRISTO tiene más poder y eficacia que todas las estrategias y métodos de la psicología.

Hay congregaciones cristianas que tienen psicólogos (titulados en universidades seculares) ejerciendo labores de consejería y consultoría. En algunas de ellas, estos “consejeros” realizan cotidianamente, terapias y dinámicas de grupo con los miembros, en reuniones, retiros, etc. Estos psicólogos cristianos, tienen como tarea, ayudar a las personas a mejorar sus relaciones familiares, laborales y eclesiales, pueden utilizar recursos aprendidos en el claustro universitario, como por ejemplo la experiencia adquirida para manejo de casos difíciles en el tipo de relaciones mencionadas o la capacidad para escuchar a las personas y tener con ellas una posición receptora, conciliadora y solidaria. Pero con seguridad, su condición de cristiano, antes que de psicólogo, lo llevará a soportar sus consejos y recomendaciones con las Sagradas Escrituras y el mensaje del evangelio, inculcando valores, ética y moral cristianos. 

También hay muchas de ellas donde “psicólogos cristianos” predican o dan conferencias.

En un número, no pequeño, de congregaciones, los psicólogos tienen alta participación en decisiones que tiene que ver con la línea doctrinal, el manejo organizacional de los ministerios y las estrategias de igle-crecimiento, liderazgo, visión, misión, publicidad, marketing y evangelización. Si lo hicieran actuando solamente en su calidad de cristianos, seguramente su contribución se puede suponer como positiva. Sin embargo, para estos temas de la iglesia, la psicología está introduciendo conceptos carnales, salidos de su cátedra universitaria, que no involucran para nada la biblia. En estos casos estas congregaciones ya se han alejado de la biblia como autoridad y han caído en la apostasía. 

Cesar Ángel 17 de julio de 2011
Editado 22 de mayo de 2018

En el siguiente enlace encontrará la 2da. parte de este artículo:


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