Doctrinas de la Gracia

25 jul 2015

A. W. Pink. Biografía

A. W. Pink y su esposa Vera Pink
Arthur Walkington Pink fue un ministro bautista y prolífico escritor. Nació en Nottingham Inglaterra el 1 de abril de 1886 y se convirtió al evangelio a la edad de 22 años cuando a esa edad ya era un exitoso hombre de negocios. Después de su conversión, Pink comenzó a estudiar intensamente las Escrituras y aunque en un principio rechazó la idea de recibir una educación teológica formal porque creía que todos los seminarios teológicos se encontraban enseñando errores en ese tiempo, finalmente decidió emigrar a los Estados Unidos en el año de 1910 con la intención de estudiar en el Instituto Bíblico Moody en la ciudad de Chicago Illinois. Antes de terminar su primer semestre, Pink renunció a sus estudios para pastorear una iglesia en Silverton Colorado.

R. P. Belcher nos comenta que, “Un fuerte espíritu individualista unido a un hábito de estudio disciplinado lo convenció de que podía estudiar por su propia cuenta. En los años que siguieron se hizo un ávido lector de los Puritanos y de otros expositores. Esos escritores se convertirían en el fundamento para sus futuros escritos”.

Mientras se encontraba pastoreando la iglesia Bautista de Northside en Spartanburg Carolina del Sur en el año de 1918, escribió uno de sus libros que más influencia han tenido en los tiempos modernos: “La Soberanía de Dios”. Aunque al principio esa obra no fue muy bien aceptada y solo se vendieron 2,000 copias, en los años futuros ese libro se convertiría en uno de las obras más importantes de A. W. Pink.

En el año de 1921, Pink comenzó a escribir un periódico mensual titulado: “Estudios en las Escrituras” el cual se convertiría en su principal ministerio. Aún a pesar de sus viajes, él siempre mantuvo el periódico en circulación con cerca de mil lectores. El periódico que mantuvo hasta el fin de sus días, ha sido la principal fuente de material de casi todas sus obras que han sido publicadas por distintas casas editoriales de la actualidad.

E. M. Houghton escribe en la introducción del comentario de Pink: “La Vida de Elías”, lo siguiente:

“A. W. Pink (1886-1952), autor de la presente vida de Elías, tuvo una amplia experiencia de las condiciones reinantes en el mundo de habla inglesa. Antes de fijar su residencia en la Gran Bretaña, alrededor del año mil novecientos treinta, había ejercido su ministerio en Australia y en los Estados Unidos de América. Después se dedicó a la exposición bíblica, especialmente por medio de la revista que fundó. Su estudio de Elías es particularmente apropiado a las necesidades de la hora presente. Nos toca vivir días en los que el alejamiento de los antiguos hitos del pueblo del Señor es vasto y profundo. Las verdades que eran preciosas a nuestros antepasados ahora son pisoteadas como fango de la calle. Muchos ciertamente, pretenden predicar y promulgar otra vez la verdad con nuevo atavío, pero éste ha resultado ser la mortaja de la misma en vez de las "vestiduras hermosas" que los profetas conocían.

A. W. Pink se sintió llamado claramente a la obra de combatir la impiedad reinante con la vara del furor de Dios. Con este objeto acometió la exposición del ministerio de Elías, aplicán­dolo a la situación contemporánea. Tiene un mensaje para su propia nación, y también para el pueblo de Dios. Nos mues­tra que el reto antiguo: "¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?" no es una mera pregunta retórica. ¿Dónde ciertamente? ¿Hemos perdido nuestra fe en Él? La oración ferviente y eficaz, ¿no tiene lugar en nuestros corazones? ¿No podemos aprender de la vida de un hombre sujeto a semejantes pasiones que nosotros?”.

Alguien escribió que “lo mejor de los escritos de A. W. Pink son aquellos que explican los aspectos prácticos de la vida cristiana”. Sin embargo, es mi opinión personal que los mejores escritos de Pink, son aquellos que tratan con los aspectos doctrinales. R. P. Belcher hace un interesante comentario
en su aportación sobre la biografía de Pink:


“No puede negarse, aún a la luz de sus características muy peculiares, que Pink estaba comprometido en conocer y hacer la voluntad de Dios. Él creía que había sido llamado en sus últimos años a usar su pluma y no su lengua para ministrar a unas pocas personas. En años posteriores, sus escritos voluminosos los cuales mientras vivía solo eran conocidos por muy pocas personas, fueron redescubiertos y cientos de miles de libros sacados de sus escritos han sido impresos desde su muerte. A través de sus escritos, Pink se convirtió en un fuerte puente entre los Puritanos del pasado y los creyentes de la última mitad del siglo XX. Él fue uno de los muchos escritores cuyas obras fomentaban un avivamiento del calvinismo histórico en la última parte del siglo XX”. (R. P. Belcher, en su aportación de la breve biografía de A. W. Pink en la obra “Biographical Dictionary of Evangelicals”, IVP, 2003, p. 529).

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