Doctrinas de la Gracia

24 oct 2018

La Doctrina Anti-bíblica de la Gracia Preveniente

Jacobo Arminjo


Definición

Cuando hablamos con un arminiano queda claro que aseguran creer en la doctrina de la depravación total del hombre. Es decir, ellos alegan creer que el hombre natural es un esclavo del pecado y que en su estado natural no puede agradar a Dios. O por lo menos esto es lo que Arminio y John Wesley creían y defendían. John Wesley escribió lo siguiente,

Creo que Adán, previo a su caída, tuvo tal libertad, que podría escoger tanto el bien como el mal; pero que, desde la caída, ningún hijo de hombre tiene el poder natural de escoger algo que sea verdaderamente bueno. Pero sé (y quién no?) que el hombre tiene libre albedrío en cosas de indiferente naturaleza.” [1]

En lo que sí diferimos los calvinistas y arminianistas es en la doctrina de la salvación. Los calvinistas creemos que la salvación de un hombre es totalmente monergística, es decir, es una obra completamente divina. Es algo que sólo Dios hace. Para los arminianos, la salvación es sinergística, es decir que depende de la cooperación de Dios y el hombre. Ellos creen que Dios hace disponible la salvación a toda la humanidad y entonces depende de los hombres aceptar o rechazar esa salvación.

Porqué esta diferencia? Porque los arminianos niegan la doctrina de la elección, o por lo menos niegan la doctrina como es mantenida por los calvinistas/reformados. Su teología propone que Dios ve en el futuro quienes van a creer en Él y entonces los elige. La última palabra la tiene el hombre, no Dios. Para nosotros, los reformados, la elección es un acto divino hecho en la eternidad-antes de la fundación del mundo (Efesios 1: 3-6)-en donde Él elige a ciertos hombres, por pura gracia y no por algo que haya en estos hombres, para que sean salvos. Esta es la única manera en la que los hombres depravados y pecadores pueden ser salvos.

Cómo es que los arminianos reconcilian la doctrina de la depravación total del hombre y su esclavitud al pecado con la salvación de los hombres, cuando rechazan la doctrina de la elección? Para ello los arminianos inventaron la doctrina de la Gracia Preveniente. La palabra preveniente quiere decir “precedente o antecedente.” Para los arminianos/wesleyanos esta gracia preventiva contrarresta la acción de la caída en los hombres, sin embargo no regenera. Esta gracia viene de Dios y es otorgada a todos los hombres, es decir, es universal. La idea es que Dios les da una oportunidad a todos los hombres de ser salvos, esperando que algunos respondan afirmativamente. La orden de salvación de Wesley define esta gracia de la siguiente manera,

Los seres humanos son totalmente incapaces de responder a Dios sin que Dios primero les dé el poder para tener fe. Este poder es conocido como “Gracia Preveniente.” La Gracia Preveniente no nos salva, sino por el contrario, viene antes de cualquier cosa que podamos hacer, atrayéndonos a Dios, haciéndonos querer venir a Dios, y permitiéndonos tener la capacidad de tener fe en Dios. La Gracia Preveniente es universal, en tanto que todos los hombres la reciben, hayan escuchado o no acerca de Jesucristo. Es manifestada en el deseo intenso de la mayoría de humanos de conocer a Dios.”

Para los arminianos, entonces, la gracia preveniente capacita a los hombres para tener fe y hace que la conversión sea posible. Lo que los arminianos tratan de proteger es la libertad humana de elegir. Cada hombre es quien determina su destino final. Cada hombre determina su elección, si responde afirmativamente al llamado que le hace Dios. Si fuera de la manera contraria, sería injusto de parte de Dios.

De acuerdo a esta doctrina Dios restaura a los hombres a un estado antes de la caída, en donde les da libre albedrío para que puedan ser ellos quienes escogen o no a Dios. Con esta gracia, Dios neutraliza los efectos de la caída en los hombres. Él les provee a todos los hombres una gracia que les permite tener la habilidad de escoger o rechazarle.

Debemos mencionar que esta doctrina arminiana es totalmente diferente al pelagianismo o a la doctrina enseñada por el hereje Charles Finney, quienes postularon que todos los hombres poseían la habilidad, sin la necesidad de gracia divina, para escoger el bien o el mal. Finney y Pelagio rechazaron la enseñanza bíblica de que los hombres son concebidos en pecado (Salmo 51: 5), y que por lo tanto son totalmente depravados. Esto no es lo que creen los arminianos.

Para los calvinistas, el hombre previo a su conversión es un enemigo de Dios (Romanos 5: 10); un hijo de ira; está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2: 1-5); no puede hacer el bien, no busca a Dios (Romanos 3: 9-18); odia la luz y ama las tinieblas (Juan 3: 19-20); y en las palabras de Cristo, es un esclavo del pecado (Juan 8: 34). Para los arminianos, Dios le otorga al hombre, en algún momento, la gracia preventiva mediante la cual le otorga la capacidad de tener libre albedrío y por lo tanto de escoger o rechazar a Dios.

Cuáles son los argumentos que utilizan?

Debe quedar claro que para los académicos arminianos su teología depende de esta doctrina. Schreiner cita a Robert Chiles quien dijo que “sin esta doctrina, la lógica Calvinista es irrefutable.” [2] El mismo Schreiner destaca los cuatro argumentos utilizados por los arminianos para sostener la doctrina de la gracia preveniente.

1.   Juan 1: 9: “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.” Los arminianos ven en este versículo la gracia preveniente de Dios para todos los hombres. La manera en la que interpretan este pasaje es que Dios le da el entendimiento a todos los hombres para que puedan tener la capacidad de aceptar o rechazar la salvación que Dios provee.

2.   Juan 12: 32: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Para los que favorecen la doctrina de la gracia preveniente, la expiación de Cristo es universal, es decir, Cristo murió por todos los hombres. Esa es la manera en la que interpretan este pasaje, y por lo tanto si Cristo murió por todos los hombres, entonces quiere decir que Dios quiere que todos los hombres sean salvos y por ello les provee la capacidad de elegir su propio destino.

3.   Los mandamientos y advertencias de Dios: Uno de los argumentos es que si el hombre no tuviera la capacidad de elegir, entonces para qué Dios le da tantas advertencias y órdenes que debe cumplir? Esto implicaría que es capaz de obedecer o desobedecer.

4.   El Dios Justo y Misericordioso: Un Dios misericordioso no dejaría que un hombre perezca sin darle la oportunidad de arrepentirse y escoger la salvación. Si así lo hiciera, argumentan, Dios sería injusto y parcializado.

El error de estos argumentos

Es claro que aparte de estos argumentos, los arminianos no tienen como mantener su doctrina. Pero, es que acaso estos argumentos son válidos? Queda claro que dos de estos son fundamentados en la Biblia, pero los otros dos están fundamentados en la lógica humana y no en la Biblia.

1. Juan 1:9: Cuando analizamos el contexto de Juan 1 queda claro que el argumento de los arminianos no tiene apoyo alguno. La palabra “alumbrar” (photizo-griego) no se refiere en el contexto que le da el apóstol Juan a iluminación interior sino a la exposición que produce la luz sobre las tinieblas (Juan 1: 5). Esta luz muestra que algunos son malvados porque no recibieron a Jesús (Juan 1: 10-11) y otros, esta luz muestra que son justos porque le recibieron (Juan 1: 12). Pero debemos aclarar que Juan nos dice claramente porqué le recibieron; esto es, porque son nacidos de Dios (Juan 1: 13).

Esto es lo que el mismo apóstol aclara más adelante. En Juan 3: 19-21, el apóstol escribe lo siguiente, “ 19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.” Lo que hace la luz es exponer el estado moral y espiritual de los hombres. A los que Dios ha engendrado, estos reciben a Cristo, pero los que no han nacido de Dios, no le reciben.

2. Juan 12: 32: Debe quedar claro que este argumento no es válido, ya que la Biblia no enseña que los hombres tengan la potestad de aceptar o rechazar a Dios en virtud de la expiación de Cristo. La obra de Cristo en la cruz no tiene que ver con el libre albedrío. Esto no es bíblico. Decir que en virtud de la expiación Dios ha restaurado a los hombres a su estado pre-adámico es una mentira. Es cierto que de este pasaje, así como de Tito 2:11 podemos concluir que la gracia de Dios se manifiesta en la obra de Cristo en la cruz del Calvario, pero estos mismos pasajes nunca enseñan que la habilidad para creer es suplida a toda la humanidad. Esto es un claro ejemplo de eiségesis.

Cuál es el contexto de Juan 12: 32? Unos griegos deseaban ver a Jesús, y por ello van a unos de sus apóstoles para pedir permiso de verle. Estos van a Jesús le aclaran el pedido de los griegos. Pero, aparentemente Jesús ignora la petición, y en lugar de darles una respuesta dice lo siguiente,

Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. 27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Más para esto he llegado a esta hora. 28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. 29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. 30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros. 31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Juan 12: 23-32

Lo que Jesús hace es hablar sobre la necesidad de Su muerte. Cristo dice, “si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” El Señor en lugar de responder a los deseos de los gentiles enseña que la única manera en la que los gentiles podrán venir a Él es mediante Su muerte. La explicación de Jesús es que solamente mediante su obra en la cruz podrán los gentiles y judíos venir a Él. Cristo debe morir para poder llevar mucho fruto y echar fuera a Satanás. Cómo pueden venir los gentiles a Cristo? Esa es la pregunta que Felipe y los apóstoles desean hacerle a Jesús. El Señor les responde ampliamente para que sepan que sólo muriendo Él podrá traer a los gentiles a sí mismo.

La hermenéutica arminiana se cae al analizar el contexto del pasaje, pues Juan 12: 32 no enseña nada acerca de una expiación universal, sino del rescate que hará Cristo, no sólo de judíos, sino también de gentiles, mediante su muerte.

3. El argumento de los mandamientos divinos: A pesar de la lógica del argumento, refiriéndose a lo incoherente que sería que Dios le exigiera al hombre algo que él no puede realizar, Schreiner provee una respuesta que nos ayuda a desbaratar el argumento arminiano.

Para Schreiner la diferencia entre la habilidad moral y física es crucial. Un hombre es capaz de subir escaleras, pero es incapaz de brincarse una casa. “De la misma manera”, dice Schreiner, “Dios le da mandatos a los hombres que pueden obedecer físicamente, pero que por su naturaleza les es imposible desde la perspectiva moral. Como enseña Romanos 3: 9-18, ningún hombre desea obedecer a Dios. Esto se debe a que son esclavos del pecado y que han desechado a Dios para seguir sus propios dioses (Romanos 1: 18-32). La Biblia enseña claramente esta incapacidad moral del hombre de obedecer a Dios.

Schreiner dice, “La doctrina del pecado original y la incapacidad humana es una ofensa a la razón, pero por esto no es irracional.” Y tiene toda la razón. Hay muchas cosas en la Biblia que no entendamos a profundidad, pero esto no las hace irracionales o incomprensibles. El problema del arminianismo es que está basado en la lógica humana y no en las Escrituras.

Por ejemplo, no entendemos completamente como un hombre puede ser responsable del pecado si ha sido concebido así. Pero podríamos decir que siendo el alcoholismo es un problema que podría tener un componente genético, un alcohólico no es responsable por su comportamiento al consumir licor? Jamás! Así sea el alcoholismo genético, el alcohólico es totalmente responsable de sus actos.

De la misma manera la Biblia enseña que todos los hombres son concebidos en pecado, y que han heredado de Adán una naturaleza pecaminosa, y que tienen el deber de obedecer a Dios, pero no tienen la capacidad moral de hacerlo y aun así, enseña la Biblia, son totalmente responsables de desobedecer a Dios.

4. Si Dios es Justo le daría oportunidad a todos de arrepentirse: Este argumento se cae por sí solo. La Biblia enseña que Dios es infinitamente Justo y Misericordioso. Además enseña que todos los hombres se han rebelado contra Él, y en lugar de glorificarle como Dios, han preferido glorificar a la creación (Romanos 1: 18-32). Qué obligación tiene Dios de salvar a los hombres? La respuesta bíblica es: ninguna. Dios no tiene la obligación de salvar a nadie. Dios seguiría siendo infinitamente Justo si envía a todos los hombres al infierno. Por qué? Porque todos los hombres han pecado contra Él, y la paga del pecado es la muerte.

Para el arminiano, lo justo sería que Dios salvara a todos los hombres, pero la Biblia dice que la justicia de Dios se manifestó al castigar los pecados de Su pueblo en Jesucristo. Dios no pasó ningún pecado por alto, sino que castigó los pecados de los hombres que Él eligió para ser salvos, en Su Hijo. Por lo tanto estos pecados han sido perdonados, y ya Dios no puede inculpar de pecado a estos hombres que había elegido en la eternidad.

Qué motivó a Dios a hacer esto? Su Gracia! No hubo nada especial en estos hombres que motivara a Dios a salvarlos. Todos estos hombres eran Sus enemigos (Romanos 5: 10; Efesios 2: 1-5). Fue el favor inmerecido de Dios lo que salvó a estos hombres. Dios decidió salvar a unos hombres para mostrar Su gloria infinita y por Gracia lo hizo. Ningún hombre merece ser salvo! Eso es lo que enseña la Biblia.

La gracia es un regalo. Es inmerecida, sino, como dice Pablo, no sería gracia. Si es inmerecida, que obliga a Dios a otorgarle esa gracia a todos los hombres? Si Dios tuviera tal obligación, no sería gracia, sino precisamente eso, una obligación. Como Dios no le debe nada al hombre, sino que es el hombre quien le debe a Dios, el regalo lo hace Dios a quienes Él quiere. Esto es lo que enseña Pablo en Romanos 9 cuando dice,

18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” Romanos 9: 18-24

Lo que Pablo nos enseña aquí es que Dios es soberano y es Él quien decide a quien salvar. Es Él quien elige, no por nada que el hombre tenga en él, sino por Su puro placer (Romanos 9: 11), y a quien quiere extiende misericordia, y a quien no quiere no lo hace. Por supuesto que esta doctrina que enseña Pablo es una ofensa para el intelecto humano. Y cuál es la pregunta de la audiencia de Pablo? Ellos le preguntan, “¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad?” No es esta la pregunta que quieren contestar los arminianos? Por supuesto que sí! Y qué responde Pablo, 

Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” 

La respuesta de Pablo se basa en la soberanía de Dios en la salvación de los hombres. Esta doctrina es la que es rechazada por los arminianos, pero lo malo para ellos es que está basada en la Biblia. Esto es lo que el apóstol enseña claramente en este pasaje.

Doctrinas de hombres

Este es el argumento de los arminianos en contra de los calvinistas. Ellos alegan que nosotros seguimos hombres y no a la Biblia. Pero, están en lo correcto? Eso es lo que el autor del documento que puse a disposición al principio argumentaba. Según él, nosotros seguimos a Calvino, quien postuló y basó su doctrina en las enseñanzas de Agustín.

Cualquier estudiante de historia del cristianismo y de los padres de la iglesia vería la ingenuidad de tal aseveración. Es cierto que Calvino volvió a mirar a los padres de la iglesia, en especial a Agustín y su doctrina de la depravación total del hombre y de la soberanía de Dios. Pero decir que sólo Austín creía estas cosas es una falacia. Esto es lo que creía la iglesia primitiva. La iglesia primitiva creía en la depravación del hombre, su incapacidad moral, y en la soberanía de Dios en la salvación de los hombres. No vemos esto en los escritos de Pablo? Qué escribe Lucas acerca de la salvación de los gentiles en Antioquía? Lucas escribe, “Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna” (Hechos 13: 48). Dónde vemos aquí la decisión de estos gentiles de aceptar a Dios? En ningún lado, sino que vemos la soberanía de Dios en la salvación de aquellos que estaban ordenados para ser salvos. Esa es la enseñanza bíblica.

Contrario a las acusaciones que hacen los arminianos de los calvinistas, son ellos los que siguen tradiciones y filosofías humanas, pues la doctrina de la gracia preveniente no es bíblica. En ningún lugar la Biblia enseña tal cosa. Esta es una filosofía creada por hombres para tratar de explicar una doctrina que ellos rechazan: La soberanía de Dios en la salvación de los hombres.

Los arminianos odian la idea de que ellos no hayan sido los que eligieron a Dios. Ellos desean tener preeminencia en su salvación. En su teología han logrado exaltar al hombre y restarle gloria a Dios. Por supuesto que ningún arminiano afirmaría que esto es verdad, pero las inconsistencias de su sistema así lo demuestran. Dios es quien obtiene toda la gloria en la salvación según la enseñanza bíblica. La Biblia dice que, “la salvación es de Jehová.” Esta es la única verdad.

Es por ello que el evangelio es locura para los que se pierden, pues el evangelio es una prueba clara de la incapacidad de los hombres de ser salvos por sus propios medios. Tiene que ser Dios quien en Su gracia infinita haga todo lo que sea necesario para salvar a hombres pecadores.

Quiero recalcar que no estoy diciendo que los arminianos no sean salvos, así como tampoco estoy diciendo que todos los que digan ser calvinistas son salvos. Jamás! Lo que estoy diciendo es que el sistema teológico arminiano está demasiado humanizado y debe ser nuestro deseo mostrarles a nuestros hermanos arminianos las inconsistencias de su teología, para que lleguen al conocimiento del Dios soberano.

Qué debemos hacer con la doctrina de la gracia preveniente? Rechazarla! Por qué? Porque no es posible encontrar tal enseñanza en la Biblia. Una de las doctrinas mantenidas por los creyentes es la autoridad de la Biblia. Si los arminianos creen en esta doctrina, tendrán que rechazar la doctrina de la gracia preveniente. Lo que no es enseñado en la Biblia debe ser rechazado.

[1] John Wesley. Works 10: 350
[2] Thomas Shcreiner. Still Sovereign. Capítulo 18.

Autor: Eduardo Flores

Fuente: "Sujetos a la Roca"


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