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Jacobo Arminjo |
Definición
Cuando hablamos con un
arminiano queda claro que aseguran creer en la doctrina de la depravación total
del hombre. Es decir, ellos alegan creer que el hombre natural es un esclavo
del pecado y que en su estado natural no puede agradar a Dios. O por lo menos
esto es lo que Arminio y John Wesley creían y defendían. John Wesley escribió
lo siguiente,
Creo que Adán, previo a su
caída, tuvo tal libertad, que podría escoger tanto el bien como el mal; pero
que, desde la caída, ningún hijo de hombre tiene el poder natural de escoger
algo que sea verdaderamente bueno. Pero sé (y quién no?) que el hombre tiene
libre albedrío en cosas de indiferente naturaleza.” [1]
En lo que sí diferimos los
calvinistas y arminianistas es en la doctrina de la salvación. Los calvinistas
creemos que la salvación de un hombre es totalmente monergística, es decir, es
una obra completamente divina. Es algo que sólo Dios hace. Para los arminianos,
la salvación es sinergística, es decir que depende de la cooperación de Dios y
el hombre. Ellos creen que Dios hace disponible la salvación a toda la
humanidad y entonces depende de los hombres aceptar o rechazar esa salvación.
Porqué esta diferencia?
Porque los arminianos niegan la doctrina de la elección, o por lo menos niegan
la doctrina como es mantenida por los calvinistas/reformados. Su teología
propone que Dios ve en el futuro quienes van a creer en Él y entonces los
elige. La última palabra la tiene el hombre, no Dios. Para nosotros, los
reformados, la elección es un acto divino hecho en la eternidad-antes de la
fundación del mundo (Efesios 1: 3-6)-en donde Él elige a ciertos hombres, por
pura gracia y no por algo que haya en estos hombres, para que sean salvos.
Esta es la única manera en la que los hombres depravados y pecadores
pueden ser salvos.
Cómo es que los arminianos
reconcilian la doctrina de la depravación total del hombre y su esclavitud al
pecado con la salvación de los hombres, cuando rechazan la doctrina de la
elección? Para ello los arminianos inventaron la doctrina de
la Gracia Preveniente. La palabra preveniente quiere decir “precedente o
antecedente.” Para los arminianos/wesleyanos esta gracia preventiva
contrarresta la acción de la caída en los hombres, sin embargo no regenera.
Esta gracia viene de Dios y es otorgada a todos los hombres, es decir, es
universal. La idea es que Dios les da una oportunidad a todos los hombres de
ser salvos, esperando que algunos respondan afirmativamente. La orden
de salvación de Wesley define esta gracia de la siguiente manera,
Los seres humanos son
totalmente incapaces de responder a Dios sin que Dios primero les dé el poder
para tener fe. Este poder es conocido como “Gracia Preveniente.” La Gracia
Preveniente no nos salva, sino por el contrario, viene antes de cualquier cosa
que podamos hacer, atrayéndonos a Dios, haciéndonos querer venir a Dios, y
permitiéndonos tener la capacidad de tener fe en Dios. La Gracia Preveniente es
universal, en tanto que todos los hombres la reciben, hayan escuchado o no
acerca de Jesucristo. Es manifestada en el deseo intenso de la mayoría de
humanos de conocer a Dios.”
Para los arminianos, entonces,
la gracia preveniente capacita a los hombres para tener fe y hace que la
conversión sea posible. Lo que los arminianos tratan de proteger es la libertad
humana de elegir. Cada hombre es quien determina su destino final. Cada hombre
determina su elección, si responde afirmativamente al llamado que
le hace Dios. Si fuera de la manera contraria, sería injusto de parte de Dios.
De acuerdo a esta doctrina
Dios restaura a los hombres a un estado antes de la caída, en donde les da
libre albedrío para que puedan ser ellos quienes escogen o no a Dios. Con esta
gracia, Dios neutraliza los efectos de la caída en los hombres. Él les provee a
todos los hombres una gracia que les permite tener la habilidad de escoger o
rechazarle.
Debemos mencionar que esta
doctrina arminiana es totalmente diferente al pelagianismo o a la doctrina
enseñada por el hereje Charles Finney, quienes postularon que todos los hombres
poseían la habilidad, sin la necesidad de gracia divina, para escoger el bien o
el mal. Finney y Pelagio rechazaron la enseñanza bíblica de que los hombres son
concebidos en pecado (Salmo 51: 5), y que por lo tanto son totalmente
depravados. Esto no es lo que creen los arminianos.
Para los calvinistas, el
hombre previo a su conversión es un enemigo de Dios (Romanos 5: 10); un hijo de
ira; está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2: 1-5); no puede hacer el
bien, no busca a Dios (Romanos 3: 9-18); odia la luz y ama las tinieblas (Juan
3: 19-20); y en las palabras de Cristo, es un esclavo del pecado (Juan 8: 34). Para
los arminianos, Dios le otorga al hombre, en algún momento, la gracia
preventiva mediante la cual le otorga la capacidad de tener libre albedrío y
por lo tanto de escoger o rechazar a Dios.
Cuáles son los
argumentos que utilizan?
Debe quedar claro que para
los académicos arminianos su teología depende de esta doctrina. Schreiner cita
a Robert Chiles quien dijo que “sin esta doctrina, la lógica Calvinista es
irrefutable.” [2] El mismo Schreiner destaca los cuatro argumentos
utilizados por los arminianos para sostener la doctrina de la gracia
preveniente.
1. Juan
1: 9:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.” Los
arminianos ven en este versículo la gracia preveniente de Dios para todos los
hombres. La manera en la que interpretan este pasaje es que Dios le da el
entendimiento a todos los hombres para que puedan tener la capacidad de aceptar
o rechazar la salvación que Dios provee.
2. Juan
12: 32: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré
a mí mismo.” Para los que favorecen la doctrina de la gracia preveniente, la
expiación de Cristo es universal, es decir, Cristo murió por todos los hombres.
Esa es la manera en la que interpretan este pasaje, y por lo tanto si Cristo
murió por todos los hombres, entonces quiere decir que Dios quiere que todos
los hombres sean salvos y por ello les provee la capacidad de elegir su propio
destino.
3. Los
mandamientos y advertencias de Dios: Uno de los argumentos es
que si el hombre no tuviera la capacidad de elegir, entonces para qué Dios le
da tantas advertencias y órdenes que debe cumplir? Esto implicaría que es capaz
de obedecer o desobedecer.
4. El
Dios Justo y Misericordioso: Un Dios misericordioso no dejaría que
un hombre perezca sin darle la oportunidad de arrepentirse y escoger la
salvación. Si así lo hiciera, argumentan, Dios sería injusto y parcializado.
El error de estos
argumentos
Es claro que aparte de estos
argumentos, los arminianos no tienen como mantener su doctrina. Pero, es que
acaso estos argumentos son válidos? Queda claro que dos de estos son
fundamentados en la Biblia, pero los otros dos están fundamentados en la lógica
humana y no en la Biblia.
1. Juan 1:9:
Cuando analizamos el contexto de Juan 1 queda claro que el argumento de los
arminianos no tiene apoyo alguno. La palabra “alumbrar” (photizo-griego)
no se refiere en el contexto que le da el apóstol Juan a iluminación interior
sino a la exposición que produce la luz sobre las tinieblas (Juan 1: 5). Esta
luz muestra que algunos son malvados porque no recibieron a Jesús (Juan 1:
10-11) y otros, esta luz muestra que son justos porque le recibieron (Juan 1:
12). Pero debemos aclarar que Juan nos dice claramente porqué le recibieron;
esto es, porque son nacidos de Dios (Juan 1: 13).
Esto es lo que el mismo
apóstol aclara más adelante. En Juan 3: 19-21, el apóstol escribe lo siguiente,
“ 19Y esta es la condenación: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. 20 21 Mas el que practica la verdad viene a la
luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Porque
todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus
obras no sean reprendidas.” Lo que hace la luz es exponer el estado moral y
espiritual de los hombres. A los que Dios ha engendrado, estos reciben a
Cristo, pero los que no han nacido de Dios, no le reciben.
2. Juan 12: 32:
Debe quedar claro que este argumento no es válido, ya que la Biblia no enseña
que los hombres tengan la potestad de aceptar o rechazar a Dios en virtud de la
expiación de Cristo. La obra de Cristo en la cruz no tiene que ver con el libre
albedrío. Esto no es bíblico. Decir que en virtud de la expiación Dios ha
restaurado a los hombres a su estado pre-adámico es una mentira. Es cierto que
de este pasaje, así como de Tito 2:11 podemos concluir que la gracia de Dios se
manifiesta en la obra de Cristo en la cruz del Calvario, pero estos mismos
pasajes nunca enseñan que la habilidad para creer es suplida a
toda la humanidad. Esto es un claro ejemplo de eiségesis.
Cuál es el contexto de Juan
12: 32? Unos griegos deseaban ver a Jesús, y por ello van a unos de sus
apóstoles para pedir permiso de verle. Estos van a Jesús le aclaran el pedido
de los griegos. Pero, aparentemente Jesús ignora la petición, y en lugar de
darles una respuesta dice lo siguiente,
Ha llegado la hora para que
el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de
cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su
vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la
guardará. 26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo
estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le
honrará. 27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré?
¿Padre, sálvame de esta hora? Más para esto he llegado a esta hora. 28 Padre,
glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo
glorificaré otra vez. 29 Y la multitud que estaba allí, y
había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha
hablado. 30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz
por causa mía, sino por causa de vosotros. 31 Ahora es el
juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 32 Y
yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Juan 12:
23-32
Lo que Jesús hace es hablar
sobre la necesidad de Su muerte. Cristo dice, “si el grano de trigo no cae en
la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” El Señor en
lugar de responder a los deseos de los gentiles enseña que la única manera en
la que los gentiles podrán venir a Él es mediante Su muerte. La explicación de
Jesús es que solamente mediante su obra en la cruz podrán los gentiles y judíos
venir a Él. Cristo debe morir para poder llevar mucho fruto y echar fuera a
Satanás. Cómo pueden venir los gentiles a Cristo? Esa es la pregunta que Felipe
y los apóstoles desean hacerle a Jesús. El Señor les responde ampliamente para
que sepan que sólo muriendo Él podrá traer a los gentiles a sí mismo.
La hermenéutica arminiana se
cae al analizar el contexto del pasaje, pues Juan 12: 32 no enseña nada acerca
de una expiación universal, sino del rescate que hará Cristo, no sólo de
judíos, sino también de gentiles, mediante su muerte.
3. El argumento de los
mandamientos divinos: A pesar de la lógica del argumento,
refiriéndose a lo incoherente que sería que Dios le exigiera al hombre algo que
él no puede realizar, Schreiner provee una respuesta que nos ayuda a desbaratar
el argumento arminiano.
Para Schreiner la diferencia
entre la habilidad moral y física es crucial. Un hombre es capaz de subir
escaleras, pero es incapaz de brincarse una casa. “De la misma manera”, dice
Schreiner, “Dios le da mandatos a los hombres que pueden obedecer físicamente,
pero que por su naturaleza les es imposible desde la perspectiva moral. Como
enseña Romanos 3: 9-18, ningún hombre desea obedecer a Dios. Esto se debe a que
son esclavos del pecado y que han desechado a Dios para seguir sus propios
dioses (Romanos 1: 18-32). La Biblia enseña claramente esta incapacidad moral
del hombre de obedecer a Dios.
Schreiner dice, “La
doctrina del pecado original y la incapacidad humana es una ofensa a la razón,
pero por esto no es irracional.” Y tiene toda la razón. Hay muchas cosas en
la Biblia que no entendamos a profundidad, pero esto no las hace irracionales o
incomprensibles. El problema del arminianismo es que está basado en la lógica
humana y no en las Escrituras.
Por ejemplo, no entendemos
completamente como un hombre puede ser responsable del pecado si ha sido
concebido así. Pero podríamos decir que siendo el alcoholismo es un problema
que podría tener un componente genético, un alcohólico no es responsable por su
comportamiento al consumir licor? Jamás! Así sea el alcoholismo genético, el
alcohólico es totalmente responsable de sus actos.
De la misma manera la Biblia
enseña que todos los hombres son concebidos en pecado, y que han heredado de
Adán una naturaleza pecaminosa, y que tienen el deber de obedecer a Dios, pero
no tienen la capacidad moral de hacerlo y aun así, enseña la Biblia, son
totalmente responsables de desobedecer a Dios.
4. Si Dios es Justo le daría
oportunidad a todos de arrepentirse: Este argumento se cae por
sí solo. La Biblia enseña que Dios es infinitamente Justo y Misericordioso.
Además enseña que todos los hombres se han rebelado contra Él, y en lugar de
glorificarle como Dios, han preferido glorificar a la creación (Romanos 1:
18-32). Qué obligación tiene Dios de salvar a los hombres? La respuesta bíblica
es: ninguna. Dios no tiene la obligación de salvar a nadie. Dios seguiría
siendo infinitamente Justo si envía a todos los hombres al infierno. Por qué?
Porque todos los hombres han pecado contra Él, y la paga del pecado es la
muerte.
Para el arminiano, lo justo
sería que Dios salvara a todos los hombres, pero la Biblia dice que la justicia
de Dios se manifestó al castigar los pecados de Su pueblo en Jesucristo. Dios
no pasó ningún pecado por alto, sino que castigó los pecados de los hombres que
Él eligió para ser salvos, en Su Hijo. Por lo tanto estos pecados han sido
perdonados, y ya Dios no puede inculpar de pecado a estos hombres que había
elegido en la eternidad.
Qué motivó a Dios a hacer
esto? Su Gracia! No hubo nada especial en estos hombres que motivara a Dios a
salvarlos. Todos estos hombres eran Sus enemigos (Romanos 5: 10; Efesios 2:
1-5). Fue el favor inmerecido de Dios lo que salvó a estos hombres. Dios
decidió salvar a unos hombres para mostrar Su gloria infinita y por Gracia lo
hizo. Ningún hombre merece ser salvo! Eso es lo que enseña la Biblia.
La gracia es un regalo. Es
inmerecida, sino, como dice Pablo, no sería gracia. Si es inmerecida, que
obliga a Dios a otorgarle esa gracia a todos los hombres? Si Dios tuviera tal
obligación, no sería gracia, sino precisamente eso, una obligación. Como Dios
no le debe nada al hombre, sino que es el hombre quien le debe a Dios, el
regalo lo hace Dios a quienes Él quiere. Esto es lo que enseña Pablo en Romanos
9 cuando dice,
18 De
manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer,
endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa?
porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh
hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al
que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene
potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para
honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo
mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos
de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer
notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a
los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino
también de los gentiles?” Romanos 9: 18-24
Lo que Pablo nos enseña aquí
es que Dios es soberano y es Él quien decide a quien salvar. Es Él quien elige,
no por nada que el hombre tenga en él, sino por Su puro placer (Romanos 9: 11),
y a quien quiere extiende misericordia, y a quien no quiere no lo hace. Por
supuesto que esta doctrina que enseña Pablo es una ofensa para el intelecto
humano. Y cuál es la pregunta de la audiencia de Pablo? Ellos le preguntan, “¿Por
qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad?” No es esta
la pregunta que quieren contestar los arminianos? Por supuesto que sí! Y qué
responde Pablo,
“Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques
con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O
no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un
vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios,
queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia
los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para
hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a
los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino
también de los gentiles?”
La respuesta de Pablo se basa en la soberanía de Dios
en la salvación de los hombres. Esta doctrina es la que es rechazada por los
arminianos, pero lo malo para ellos es que está basada en la Biblia. Esto es lo
que el apóstol enseña claramente en este pasaje.
Doctrinas de hombres
Este es el argumento de los
arminianos en contra de los calvinistas. Ellos alegan que nosotros seguimos
hombres y no a la Biblia. Pero, están en lo correcto? Eso es lo que el autor
del documento que puse a disposición al principio argumentaba. Según él,
nosotros seguimos a Calvino, quien postuló y basó su doctrina en las enseñanzas
de Agustín.
Cualquier estudiante de
historia del cristianismo y de los padres de la iglesia vería la ingenuidad de
tal aseveración. Es cierto que Calvino volvió a mirar a los padres de la iglesia,
en especial a Agustín y su doctrina de la depravación total del hombre y de la
soberanía de Dios. Pero decir que sólo Austín creía estas cosas es una falacia.
Esto es lo que creía la iglesia primitiva. La iglesia primitiva creía en la
depravación del hombre, su incapacidad moral, y en la soberanía de Dios en la
salvación de los hombres. No vemos esto en los escritos de Pablo? Qué escribe
Lucas acerca de la salvación de los gentiles en Antioquía? Lucas escribe, “Los
gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del
Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna” (Hechos
13: 48). Dónde vemos aquí la decisión de estos gentiles de aceptar a Dios? En
ningún lado, sino que vemos la soberanía de Dios en la salvación de aquellos
que estaban ordenados para ser salvos. Esa es la enseñanza bíblica.
Contrario a las acusaciones
que hacen los arminianos de los calvinistas, son ellos los que siguen
tradiciones y filosofías humanas, pues la doctrina de la gracia preveniente no
es bíblica. En ningún lugar la Biblia enseña tal cosa. Esta es una filosofía
creada por hombres para tratar de explicar una doctrina que ellos rechazan: La
soberanía de Dios en la salvación de los hombres.
Los arminianos odian la idea
de que ellos no hayan sido los que eligieron a Dios. Ellos desean tener
preeminencia en su salvación. En su teología han logrado exaltar al hombre y
restarle gloria a Dios. Por supuesto que ningún arminiano afirmaría que esto es
verdad, pero las inconsistencias de su sistema así lo demuestran. Dios es quien
obtiene toda la gloria en la salvación según la enseñanza bíblica. La Biblia
dice que, “la salvación es de Jehová.” Esta es la única verdad.
Es por ello que el evangelio
es locura para los que se pierden, pues el evangelio es una prueba clara de la
incapacidad de los hombres de ser salvos por sus propios medios. Tiene que ser
Dios quien en Su gracia infinita haga todo lo que sea necesario para salvar a
hombres pecadores.
Quiero recalcar que no estoy
diciendo que los arminianos no sean salvos, así como tampoco estoy diciendo que
todos los que digan ser calvinistas son salvos. Jamás! Lo que estoy diciendo es
que el sistema teológico arminiano está demasiado humanizado y debe ser nuestro
deseo mostrarles a nuestros hermanos arminianos las inconsistencias de su
teología, para que lleguen al conocimiento del Dios soberano.
Qué debemos hacer con la
doctrina de la gracia preveniente? Rechazarla! Por qué? Porque no es posible
encontrar tal enseñanza en la Biblia. Una de las doctrinas mantenidas por los
creyentes es la autoridad de la Biblia. Si los arminianos creen en esta
doctrina, tendrán que rechazar la doctrina de la gracia preveniente. Lo que no
es enseñado en la Biblia debe ser rechazado.
[1] John Wesley. Works 10:
350
Autor: Eduardo Flores
Fuente: "Sujetos a la Roca"
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