12 oct 2018
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Hebreos 10: 14
PERFECCIONADOS PARA SIEMPRE MEDIANTE UNA SOLA OFRENDA. Hebreos 10: 14
PERFECCIONADOS PARA SIEMPRE MEDIANTE UNA SOLA OFRENDA. Hebreos 10: 14
Versículo base: Hebreos 10:
14 “Porque
con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”
Para efectos una explicación
contextualizada, veamos Hebreos 10: 1-18
“Pues ya que la ley sólo
tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas, nunca
puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año,
hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían cesado de
ofrecerse, ya que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más
conciencia de pecado? Pero en esos sacrificios hay un recordatorio de pecados
año tras año. Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos
quite los pecados. Por lo cual, al entrar El en el mundo, dice: Sacrificio y
ofrenda no has querido, pero un cuerpo has preparado para mí; en holocaustos y
sacrificios por el pecado no te has complacido. Entonces dije: “He aquí, yo he
venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer, oh Dios, tu
voluntad.” Habiendo dicho arriba: Sacrificios y ofrendas y holocaustos, y
sacrificios por el pecado no has querido, ni en ellos te has complacido (los
cuales se ofrecen según la ley), entonces dijo: He aquí, yo he venido para
hacer tu voluntad. Él quita lo primero para establecer lo segundo. Por esta
voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día,
ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden
quitar los pecados; pero El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los
pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en
adelante hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque
por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.
Y también el Espíritu Santo nos da testimonio; porque después de haber dicho:
Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días—dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré, añade: Y nunca más
me acordaré de sus pecados e iniquidades. Ahora bien, donde hay perdón de estas
cosas, ya no hay ofrenda por el pecado”.
¿QUÉ OCURRE CUANDO PONEMOS
NUESTROS OJOS SOBRE JESÚS?
¿Le gustaría poner sus ojos
sobre Jesús, especialmente en el versículo 14 de Hebreos 10? Necesitamos
recordar qué ocurrió cuando Pedro puso sus ojos en el poder y la gracia de
Jesús en Lucas 5:8: "Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús,
diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!". En otras
palabras, ver a Jesús, obviamente, nos hace conscientes de nuestro pecado e
indignidad.
Es algo maravilloso. La
mayoría estamos en un mundo imaginario mortal la mayor parte del tiempo en lo
relativo a cuán seriamente estamos en problemas con Dios a causa del pecado.
Nos preocupamos más en no ser detenidos por un policía al ir demasiado rápido
que por la seriedad del pecado. Pero el pecado es infinitamente serio. Y la ira
de Dios contra los pecadores es el mayor problema en la vida de todos, sea que
lo sepamos o no.
Muchas veces, en el libro de
hebreos, somos advertidos sobre la ira de Dios contra los que se alejan de Él
en pecado. Por ejemplo, Hebreos 3:10-11: "Por lo cual me disgusté con
aquella generación, y dije: “siempre se desvían en su corazón, y no han
conocido mis caminos”; como juré en mi ira: “No entrarán en mi reposo.”
Ser ciegos o inconscientes
de esta ira de Dios contra los pecadores es algo increíblemente peligroso, como
no ser capaz de oler la fuga de gas que se acumula alrededor de la luz piloto
en el calentador de agua, lista para explotar su sótano haciéndolo añicos y
quemando su casa hasta sus cimientos. ¡Es tan peligroso no ser conscientes de
la ira de Dios contra los que se alejan de Él en pecado! Y es tan peligroso
porque si usted es ciego a esta realidad de la ira de Dios, no dará pasos para
encontrar un remedio para el pecado y escapar de la ira de Dios.
Así que lo digo de nuevo: lo
que ocurrió a Pedro cuando cayó a los pies de Jesús y dijo "¡Apártate de
mí, Señor, pues soy hombre pecador!", fue maravilloso. Esta no es una
experiencia que debe evitarse, sino una que debe apreciarse. ¡Oh que el Señor
lo haga esta mañana mientras ponemos nuestros ojos sobre Jesús! Porque cuando
ocurre, el Señor da alivio.
VISLUMBRANDO AL SEÑOR EN
HEBREOS 10:14
Hay una gran visión del
Señor Jesús en Hebreos 10:14. Enfoquémonos por tanto en ese versículo en esta
mañana: "Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los
que son santificados”. Hagamos ahora una aclaración preliminar de las palabras.
La palabra "ofrenda" se refiere a la muerte de cristo, la ofrenda de
su propio cuerpo en la muerte sobre la cruz. Puede verlo en el versículo 10:
"Por este medio hemos sido santificados a través de la ofrenda del cuerpo
de Jesucristo, una vez y por todas". El "Él" que hace perfectos
es Jesucristo. Lo sabemos simplemente al seguir la línea de pensamiento desde
el versículo anterior (13), donde Cristo se sentó a la diestra de Dios y espera
allí, triunfante, hasta que todos sus enemigos sean puestos bajo sus pies.
Tercero, los tiempos de las
palabras "perfectos" y "santificados" son extremadamente
importantes. La LBLA dice: "Él ha hecho perfectos para siempre a los que
son santificados”. Esta no es la mejor traducción de los tiempos griegos. La
traducción "ha hecho perfectos" es buena, porque el acto de
perfección está completo. Él ha hecho perfecto a un grupo de personas mediante
su sacrificio por los pecados. Este perfeccionamiento es visto como completo y
terminado y alcanzado. Está hecho, "para siempre". En unos minutos
regresaremos a esa maravillosa realidad.
Pero la traducción "los
que son santificados" al final del versículo, pudiera también parecer en
español como si la santificación fuera también completa. Ellos "son
(ahora, ya) santificados". Pero eso no es lo que el tiempo significa en el
griego original. Es el tiempo presente y significa un proceso continuo. Así que
esta vez la NVI lo dice exactamente correcto, no la LBLA. La NVI dice:
"Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que
está santificando". "Está santificando", eso es exactamente
correcto. El proceso de santificación está continuando ahora en las vidas de
ellos. Así que la NVI hace que el proceso de la idea del tiempo verbal sea
mucho más claro y esto va a ser muy importante para comprender qué está
enseñando este versículo. Volvamos ahora y pongamos delante nuestro todo el
versículo en su contexto. "Porque por una ofrenda [el sacrificio de su
propio cuerpo sobre la cruz], Jesucristo ha perfeccionado para siempre a los
que está haciendo santos [o: está santificando] ahora, progresivamente, en esta
vida".
LOS SACRIFICIOS ANIMALES
REPETIDOS NO ERAN DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE
Hasta este versículo (14) en
el capítulo 10, el énfasis ha sido que la muerte de Cristo por el pecado
reemplaza la provisión por el pecado en la Ley del Antiguo Testamento. Es un
argumento elaborado que no tenemos tiempo de mirar con detalle, pero la idea es
bien clara y directa. La ley prescribía sacrificios animales repetidos por el
pecado, y la misma repetición de los sacrificios mostraba que no perfeccionaban
a los pecadores. No ocurría algo decisivo y definitivo para lidiar con el
pecado, porque si hubieran perfeccionado al pueblo una vez y para siempre, los
sacrificios hubieran cesado. Versículos 1-2:
Pues ya que la ley sólo
tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas, nunca
puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año,
hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían cesado de
ofrecerse [...]?
Así que la idea es clara: la
repetición prescrita de los sacrificios por el pecado, en la Ley del Antiguo
Testamento, es un testimonio inherente de su ineficacia. No perfeccionaban al
pueblo. No lidiaron con el pecado decisivamente, finalmente, de una vez y por
todas.
Entonces el escritor se
refiere al Salmo 40 (en los versículos 5-8), y muestra que ya en el mismo
Antiguo Testamento, es evidente que los sacrificios y ofrendas de animales no
eran el plan principal de Dios para lidiar con el pecado, porque, como dice el
versículo 4: "Porque es imposible que la sangre de toros y de machos
cabríos quite los pecados". Dios lo sabía desde el principio, cuando
ordenó que los todos y los machos cabríos fueran ofrecidos. Eran
"sombras" como dice el versículo 1. El plan principal fue siempre
Cristo. Hacia allá apuntaban todas las sombras. Así que al final del versículo
9 dice: "Él quita lo primero para establecer lo segundo". La primera
voluntad de Dios es que hubiera una época de sombras, un libro de lecciones de
2000 años (un franelógrafo histórico) a fin de prepararnos para comprender lo
que Cristo hizo realmente por nosotros sobre la cruz.
GRANDES DIFERENCIAS ENTRE
CRISTO Y LOS SACERDOTES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
La gran diferencia entre lo
que Cristo hizo y lo que hacían los sacerdotes del Antiguo Testamento es
brevemente resumida en los versículos 11 y 12:
Y ciertamente todo sacerdote
está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios,
que nunca pueden quitar los pecados; pero El, habiendo ofrecido un solo
sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios.
Note el contraste: muchos
sacerdotes y Cristo como nuestro único Sumo Sacerdote; muchos sacrificios y el
único sacrificio de sí mismo; repetidas ofrendas y una ofrenda para siempre; y
uno que quizás usted pasó por alto: note que (versículo 11) "todo
sacerdote está de pie, día tras día", pero cuando Cristo hubo hecho su
sacrificio único (versículo 12) "se sentó a la diestra de Dios".
El hecho de que Jesús se
haya sentado a la diestra de Dios tiene, al menos, tres significados aquí: uno
es que la obra está hecha. Él no tiene que estar "de pie día tras
día" para ofrecer sacrificios por el pecado. El sacrificio único de sí
mismo fue perfectamente completado.
Segundo, significa que Dios
está satisfecho con el sacrificio. Dios honra a Cristo sentándolo a su diestra
para mostrar cuán plenamente satisfecho está con la deuda pagada por el pecado.
Esta es una gran ilustración para animarnos, mostrándonos que ya se lidió
completamente con nuestros pecados. Tercero, significa que Cristo, junto a su
Padre, es el Gobernante soberano sobre todos Sus enemigos. Serán derrotados. Es
lo que enfatiza el versículo 13: Él está esperando "hasta que sus enemigos
sean puestos por estrado de sus pies". En otras palabras, todo lo que
Cristo buscó alcanzar al morir, lo alcanzó. Ningún enemigo puede limitar su
obra al final. La expiación fue absolutamente completada; el Padre fue absolutamente
satisfecho; y todos los enemigos caerán absolutamente ante el reinado de Cristo
en el cielo.
DOS VERDADES QUE SE
RELACIONAN DIRECTAMENTE CON NUESTRA VIDA
Ahora llegamos a nuestro
enfoque en el versículo 14: "Porque con un solo sacrificio ha hecho
perfectos para siempre a los que está santificando”. Vuelva sus ojos hacia
Jesús aquí y vea dos verdades sobre Jesús que se relacionan directamente con
nuestra vida hoy.
1) Primero, note que Cristo
perfeccionó a su pueblo, y ya está hecho. "Porque con un solo sacrificio
ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando”. Él lo "ha hecho".
Y lo ha hecho "para siempre". El perfeccionamiento de Su pueblo está
completo y está completo para siempre. ¿Significa esto que los cristianos no
pecan? ¿No se enferman? ¿No comenten errores matemáticos en la escuela? ¿Que ya
somos perfectos en nuestro comportamiento y actitudes?
Hay una clara razón en este
mismo versículo para saber que no es así ¿Cuál es? Es la última frase. ¿Quiénes
son las personas perfectas para siempre? Son los que "está
santificando". Es por esto que el tiempo es tan importante. Ahora,
"los que está santificando" no están plenamente santificados aún, en
el sentido de que no cometen más pecado. De otra manera no necesitarían seguir
siendo santificados. Así que aquí tenemos una combinación impactante: el mismo
pueblo que ha sido hecho perfecto y es el que está
siendo santificado. Además, usted también puede recordar, por los capítulos
5 y 6, que los cristianos a quienes él escribe son cualquier cosa menos
perfectos. Por ejemplo, en el 5:11, dice: "os habéis hecho tardos para
oír". Así que podemos decir, con seguridad, que "perfectos" no
significa que seamos sin pecado o perfectos en esta vida.
Entonces, ¿qué significa? La
respuesta aparece en los siguientes versículos (15-18). El escritor explica lo
que quiere decir al citar nuevamente a Jeremías sobre el nuevo pacto, a saber,
que en el nuevo pacto que Cristo ha sellado ahora por Su sangre, hay un perdón
total de todos nuestros pecados. Versículos 17-18: "Y nunca más me
acordaré de sus pecados e iniquidades. Ahora bien, donde hay perdón de estas
cosas, ya no hay ofrenda por el pecado". Así explica la perfección actual
en términos de perdón. El pueblo de Cristo es perfecto ahora en el sentido de
que Dios echa fuera todo nuestro pecado (9:26), lo perdona, y nunca los
recuerda para condenación. En este sentido, somos perfectos ante Él. Cuando nos
mira, no nos imputa ni uno de nuestros pecados, pasados, presentes, o futuros.
Él no tiene en cuenta nuestros pecados en contra nuestra.
2) El versículo 14 nos dice
claramente: "Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a
los que son santificados” Por tanto note, en segundo lugar, para quiénes ha
hecho Cristo esta obra perfecta sobre la cruz. Usted lo puede poner
provocativamente de esta forma: Cristo ha hecho perfectos una vez y para
siempre a todos los que están siendo perfeccionados. O pudiera decir (y el
escritor dice otro tanto así en el versículo 10): Cristo ha santificado
plenamente a los que ahora están siendo santificados. O Cristo ha alcanzado
plenamente y garantizado la santidad de los que ahora están siendo hechos
santos.
Esto significa que si está
yendo de su imperfección actual hacia más y más santidad por la fe en su gracia
venidera, entonces usted puede saber que es perfecto a los ojos de su Padre
celestial. Permítame decirlo de nuevo, porque esto está lleno de ánimo para
pecadores imperfectos como nosotros, y lleno de motivación para la santidad.
Este versículo significa que usted puede tener certeza de que es perfecto y es
pleno a los ojos de su Padre celestial, no porque sea perfecto ahora, sino
precisamente porque no es perfecto pero está "siendo santificado",
que por fe en las promesas de Dios, usted está yendo de su imperfección crónica
hacia más y más santidad. (Vea Hebreos 10:32-35; 11:24-26 etc. como ejemplos de
cómo santifica la fe en la gracia venidera).
¿ACASO SU FE LE HACE ANHELAR
UN PROGRESO EN LA SANTIDAD?
La semana pasada
preguntamos: ¿acaso su fe le hace anhelar la segunda venida de Cristo? Hoy
pregunto: ¿Acaso su fe le hace anhelar olvidarse del pecado y progresar en la
santidad? Ese es el tipo de fe que puede mirar a Cristo en medio de la imperfección
y decir: "Ya me has perfeccionado delante de ti". Esta fe dice:
"Cristo, hoy he pecado. Pero odio mi pecado porque has escrito la ley en
mi corazón, y anhelo obedecerla. Y estás obrando en mí lo que es agradable a
tus ojos. Así que odio el pecado que aun cometo, y los pensamientos pecaminosos
que contemplo. Y en este odio a mi pecado y en mis exiguos avances en santidad
me regocijo porque, según tu promesa en Hebreos 10:14: ya he sido hecho
perfecto para siempre por una sola ofrenda de tu preciosa persona".
Esta es la fe verdadera y
realista que salva. No es la jactancia del fuerte. Es el clamor del débil en
necesidad de un Salvador. Le invito y animo a ser suficientemente débil para
confiar así en Cristo.
John Piper
Fuente: Desiring God
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