Doctrinas de la Gracia

1 ago 2015

Origen de la iglesia católica romana


UNA (1) SOLA IGLESIA UNIVERSAL
Solo existe UNA única Iglesia universal de Jesucristo, Su cabeza es Cristo, quien es roca y fundamento y el cuerpo somos los creyentes, constituidos en hijos de Dios. La identidad y numero de estos creyentes, solo Dios la conoce y representa la iglesia invisible. La iglesia cristiana visible es aquella que cumple con la misión de compartir el verdadero evangelio de nuestro Señor Jesucristo a sus semejantes. La que se congrega: para glorificar y adorar al Creador; para la administración de los dos sacramentos instituidos por el Señor, para la predicación de la palabra a creyentes y a no creyentes. La iglesia visible interactúa entre sus miembros sin discriminar ni excluir, a quienes NO son constituidos como hijos de Dios, porque la seguridad y el conocimiento de que lo sean o no, es potestad exclusiva de Dios.

UN ÚNICO ORIGEN
El origen de la iglesia universal de Jesucristo es uno solo, se remonta a los primeros 33 años de la era cristiana y tuvo lugar en Cristo mismo como fundamento, piedra angular e iniciador de la era apostólica. Durante los casi 3 primeros siglos de nuestra era, lapso inicial de la historia de la iglesia, fue preservada la sana doctrina y conservado el evangelio verdadero de nuestro Señor Jesucristo, a pesar de la aparición esporádica de grupos heréticos que no alcanzaron a provocar daño. Los cristianos, a lo largo de casi la totalidad de este tiempo, fueron perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados.

UN ORIGEN DIFERENTE
La iglesia católica romana se auto-proclama como la iglesia por la que murió Jesucristo. Y que, siendo la única y universal, fuera de ella no se obtiene la salvación.  Los católicos manifiestan que su origen y fundación estuvo a cargo del mismo Jesús y después fue cimentada y construida a través de una sucesión apostólica que no acabo con los 12 apóstoles, sino que continuo hasta nuestros días en la figura de los papas.  Aseveran que el mismo Jesucristo inició la institución papal cuando le dijo al apóstol Pedro que el sería la roca y cimiento de su iglesia (Mateo 16:18). Los católicos tergiversan la interpretación de este pasaje, el cual manipulan para darle base a la sucesión apostólica que justifica la existencia del papado. Puede encontrar ampliación y explicación a este pasaje en el siguiente enlace: La roca fundamento de la Iglesia cristiana

Sin embargo estos argumentos esgrimidos por los católicos, no tienen soporte bíblico. El nuevo testamento revela que la iglesia católica NO tiene su origen en las enseñanzas de Jesús o sus apóstoles. En el NT no hay menciones de Pedro como papa u obispo principal, o de la institución del papado, de la veneración a María (su inmaculada concepción, su perpetua virginidad, su ascensión, o María como co-redentora y mediadora). No hay evidencia bíblica de adoración a santos muertos, a los que se le hacen peticiones; de la sucesión apostólica; de ordenanzas convertidas en sacramentos; de la confesión de pecados a un sacerdote; del purgatorio; de la extremaunción; de las indulgencias. No hay mención de que la “tradición eclesiástica” tenga la misma autoridad que las sagradas escrituras.

Así que, si el origen de la iglesia católica no se encuentra en las enseñanzas registradas en el nuevo testamento, hechas por Jesús y sus apóstoles, ¿Entonces cuál es su verdadero origen?

Su origen en realidad, es bien distinto al de la verdadera Iglesia universal de Jesucristo. Sus inicios se remontan a mas de 300 años después de Cristo, cuando los romanos, en cabeza de su emperador, dejaron de perseguir a los cristianos y tomaron como su religión al cristianismo, pero lo contaminaron introduciéndole muchos de sus cultos y practicas paganas que antes rendían a sus dioses. Y convirtieron la mezcla resultante en su flamante religión oficial: La iglesia católica romana.    



CONSTANTINO Y EL PAGANISMO

Flavio Valerio Aurelio Constantino, nació en Naissus (actual ciudad de Niš, Serbia), el 27 de febrero de 272 d.c. y murió el 22 de mayo de 337 en Nicomedia (actual ciudad de Izmit, Anatolia, Turquía). Se dice que su madre Elena, había nacido en una familia cristiana, pero poco se sabe de ella.  Su padre fue militar, al igual que él. Razón por la cual Constantino profesaba el mitraísmo (adoración al dios Mitras), culto que era común de los soldados romanos.

Emperador Constantino
En los días previos a la batalla del Puente Milvio (28 octubre de 312), Constantino tuvo un sueño en el que se le ordenaba poner un nuevo símbolo en su estandarte, ya que vio una cruz con la inscripción «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Lo mandó pintar de inmediato en los escudos de su ejército y venció a Majencio. Se dice que tras este sueño y por el resultado militar, Constantino se convirtió de inmediato al cristianismo.

Edicto de Milán. En el año 313, Constantino firmó el edicto de Milán, con el que se dio fin a la persecución de cristianos. El edicto no sólo significó el reconocimiento oficial de los cristianos, sino que trajo como consecuencia profundos cambios dentro del Imperio romano, así como el comienzo de la expansión de la Iglesia. La aplicación del edicto devolvió a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades que habían sido confiscadas por las autoridades romanas y vendidas a particulares: «las propiedades habrán de ser devueltas a los cristianos sin exigir pago o recompensa de ningún tipo, y sin admitir ningún tipo de fraude o engaño». Esto le brindó al cristianismo (y a cualquier otra religión) un estatus de existencia y permanencia junto a la religión romana, y en efecto, depuso a esta última como la religión oficial del imperio romano y de sus ejércitos.

Tras el edicto se abrieron nuevas vías de expansión para los cristianos, incluyendo el derecho a competir con los paganos en el tradicional “cursus honorum” para las altas magistraturas del gobierno, otorgando privilegios al clero (exención, por ejemplo, de ciertos impuestos), así como también ganaron una mayor aceptación dentro de la sociedad civil en general. Se permitió la construcción de nuevas iglesias y los líderes cristianos alcanzaron una mayor importancia (como ejemplo de ello, los obispos cristianos tomaron seria posición frente a temas públicos que nunca antes se había visto en otras religiones).

Constantino retendría el título de “pontifex maximus”, el cual conservaría hasta su muerte. Título que los emperadores romanos llevaban como cabezas visibles del sacerdocio pagano. Constantino tampoco patrocinaría únicamente al cristianismo. Después de obtener la victoria en la batalla del Puente Milvio (312), mandó erigir un arco triunfal, el "Arco de Constantino", construido en el 315 para celebrarlo. El arco que está decorado con imágenes de la victoria con trofeos y sacrificios a dioses como ApoloDiana, y Hércules, no contiene ningún simbolismo cristiano.

                     
Follis: moneda de Constantino con una representación del Sol Invictus 
y la inscripción SOLI INVICTO COMITI, c. 315.

En el 321, Constantino dio instrucciones para que los cristianos y los no cristianos debieran estar unidos en la observación del «venerable día del sol», que hacía referencia a la esotérica adoración oriental al sol, que Aureliano había ayudado a introducir. Las monedas todavía llevarían los símbolos de culto al sol (Sol Invictus) hasta el 324. Incluso después de que los dioses paganos hubiesen desaparecido de las monedas, los símbolos cristianos aparecían sólo como atributos personales de Constantino: Ji y Ro entre sus manos o en su lábaro (estandarte), pero nunca en la propia moneda. Incluso cuando Constantino dedicó la nueva capital de Constantinopla, que se convertiría en la sede de la cristiandad bizantina durante un milenio, lo hizo usando la diadema de rayos de sol de Apolo.

Poco después de la batalla del Puente Milvio, Constantino entregó al Obispo de Roma Silvestre I un palacio romano que había pertenecido a Diocleciano y anteriormente a la familia patricia de los Plaucios Lateranos, con el encargo de construir una basílica de culto cristiano. El nuevo edificio se construyó sobre los cuarteles de la guardia pretoriana de Majencio, los Equites singulares, convirtiéndose en sede catedralicia bajo la advocación del Salvador, substituida ésta más tarde por la de San Juan. Actualmente se la conoce como Basílica de San Juan de Letrán. En 324 el emperador hizo construir otra basílica en Roma, en el lugar donde según la tradición cristiana martirizaron a San Pedro: la colina del Vaticano, que actualmente acoge a la Basílica de San Pedro. En el 326, apoyó financieramente la construcción de la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.

Aunque el cristianismo no se convertiría en religión oficial del Imperio hasta el final de aquel siglo (un paso que daría Teodosio en el 380 con el Edicto de Tesalónica), Constantino dio un gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización, concedió privilegios e hizo importantes donaciones a la Iglesia, apoyando la construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales.

En sus últimos años de vida también ejerció como predicador, dando sus propios sermones en el palacio ante su corte y los invitados del pueblo. Sus sermones pregonaban al principio la armonía, aunque gradualmente se volvieron más intransigentes hacia los viejos modos paganos. Las razones para este cambio de postura son meras conjeturas. Sin embargo, aun al final de su vida siguió permitiendo que los paganos recibieran nombramientos públicos. Ejerciendo su poder absoluto, hizo recitar al ejército sus pregones en latín en un intento de convertir a la clase militar al cristianismo, cosa que no consiguió. Comenzó un extenso programa de construcción de iglesias en Tierra Santa, lo que expandió de forma crucial la fe católica y permitió un considerable incremento del poder y la influencia del clero.

Constantino, siguiendo una extendida costumbre, no fue bautizado hasta cerca de su muerte en 337, cuando su elección recayó sobre el obispo arriano Eusebio de Nicomedia, quien a pesar de ser aliado de Arrio, aún era el obispo de la región. Eusebio era también amigo íntimo de la hermana de Constantino, lo que probablemente asegurara su vuelta desde el exilio.
  

Concilio de Nicea. Ante las controversias doctrinales de la Iglesia, que habían hecho su aparición desde el siglo II, y que ahora, con motivo de la posición privilegiada que se tenía, se hicieron públicas y hasta violentas, Constantino consideró que era su deber como emperador, designado por Dios para ello, calmar los desórdenes religiosos, y por ello convocó el Concilio de Nicea (20 de mayo al 25 de julio de 325), cerca de su residencia imperial en Constantinopla. De esta manera, las discusiones doctrinales o disciplinarias de la Iglesia se convirtieron en problema de Estado. El principal problema doctrinario lo constituía la denominada controversia arriana, es decir, el debate sobre la naturaleza divina de Jesús. Un sector de los cristianos, liderado por el obispo de Alejandría, Alejandro, y su discípulo y sucesor Atanasio, defendía que Jesús tenía una doble naturaleza, humana y divina, y que por tanto Cristo era verdadero dios y verdadero hombre; en cambio, otro sector liderado por el presbítero Arrio y por el obispo Eusebio de Nicomedia, afirmaba que Cristo había sido la primera creación de Dios antes del inicio de los tiempos, pero que, habiendo sido creado, no era dios mismo.

Este fue el segundo concilio de la historia de la Iglesia cristiana. El primero fue el llamado concilio de Jerusalén del siglo I, que había reunido a Pablo de Tarso y sus colaboradores más allegados con los apóstoles de Jerusalén encabezados por Santiago el Justo y Pedro.
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Icono donde aparece Constantino presidiendo el Primer Concilio de Nicea (325) y teniendo anacrónicamente el texto del Símbolo niceno 


Este concilio no fue convocado por la iglesia o uno de sus obispos, sino por un Emperador Romano. Muchos se preguntan por qué el obispo mayor de Roma Silvestre I no asistió a dicho concilio, siendo el más indicado para presidirlo. La representación del imperio y de Roma estuvo a cargo del mismo Constantino, quien llego vestido imponentemente con telas y accesorios de oro, ataviado con ornamentos e indumentaria pagana propia de los gentiles, que representaban ritos y cultos diferentes al culto cristiano. De todos modos, él inauguró el concilio , dio el discurso inicial para demostrar justamente el poderío del Imperio, por un lado, y el apoyo e interés al concilio desde el estado, por el otro. Este hecho marcaba la nueva propiedad romana que adquiría el cristianismo.

El estado proveyó de comida y alojamiento, e incluso de transporte, a los obispos que convergieron a Nicea para el concilio. Participaron alrededor de 300 obispos (la mayoría de habla griega), lo cual representó una minoría ya que en todo el territorio del Imperio había cerca de 1000 obispos. La importancia del mismo reside en la formulación del Credo Niceno (redactado en griego, no en latín) que esencialmente permanece inalterado en su mensaje 1700 años después, y en establecer la idea de la relación estado-iglesia que permitiría la expansión del catolicismo romano con una vitalidad inédita que nunca tuvo el cristianismo primitivo.


El resultado y la declaración final del concilio es lo que se conoce como el Credo de Nicea:

"Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos. Y en el Espíritu Santo.”

Las otras determinaciones no bíblicas del concilio de Nicea, son:


  • * Establecimiento del 25 de diciembre como fecha oficial del nacimiento de Cristo. Fecha ligada al festival del nacimiento del "sol invictus” que se celebraba cuando la luz del día aumentaba tras el solsticio de invierno, en alusión al "renacimiento" del sol. Este Festival corría desde el 22 al 25 de diciembre. Y hacia parte del mitraísmo. 
  • * La fijación de la fecha de la Pascua, la de Cuaresma y la semana santa católica.
  • * Se aprueba todo lo relativo a las elecciones episcopales, los patriarcas y su jurisdicción, todo lo relativo a la excomunión, la prohibición de abandono de sus iglesias por parte de los clérigos, así como la prohibición de que Obispos, sacerdotes y diáconos pasarán de una iglesia a otra.
  • * Se sientan las bases de la liturgia y la misa católicas.

Constantino consideró al cristianismo como una religión sumamente útil para lograr la más completa unificación del Imperio, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. La mentalidad romana, exigía la más completa uniformidad en las cuestiones más secundarias, como la fijación de la fecha de la Pascua, la de Cuaresma (es decir el tiempo de ayuno anual del cristianismo), las primeras discusiones sobre el celibato del clero, la institución de las vírgenes consagradas, referencias al uso de imágenes y temas como el matrimonio, bautismo, ayuno, excomunión, enterramiento, vigilias, o cumplimiento de la obligación de asistir a misa.

Las costumbres y prácticas paganas fueron penetrando cada vez más el carácter de la cristiandad ya que Constantino, para atraer a los paganos a la nueva religión católica, traspuso a ésta los ornamentos externos a los cuales los paganos estaban acostumbrados como el uso de templos dedicados a santos particulares, ornamentados en ocasiones con ramas de árboles; incienso, lámparas y velas; ofrendas votivas para recobrar la salud; agua bendita; fiestas y estaciones, procesiones, bendiciones a los campos; vestidos sacerdotales, la tonsura, el anillo de bodas, quizá el canto eclesiástico, el Kyrie Eleison, todo esto tiene un origen pagano y fue santificado mediante su adaptación en la naciente iglesia catolica.

Constantino percibió que, siendo tan extensos los territorios del imperio, de tan diversas culturas y cultos religiosos, no todos accederían a renunciar a sus creencias politeístas y abrazar una nueva religión monoteísta en su lugar. Constantino no respeto la doctrina y el culto cristiano bíblico, sino que permitió, y aún promovió la “cristianización” del politeísmo. Así prácticas, cultos y credos paganos y totalmente anti-bíblicos fueron introducidos al “cristianismo”. Y el resultado final para la cristiandad no puedo ser mas negativo: la nueva iglesia establecida por el emperador, era una mezcla del evangelio cristiano y el paganismo romano.

Veamos algunos claros ejemplos de la contaminación que sufrió el cristianismo a manos de los romanos:

1- El Culto a Isis: una religión de la madre-diosa egipcia, fue absorbida dentro del cristianismo, reemplazando a Isis con María. Muchos de los títulos que fueron usados para Isis, tales como “Reina del cielo”, “Madre de Dios”, y “theotokos” (quien dio vida a Dios) fueron adjudicados a María. Se le concedió a María un exaltado papel en este “nuevo cristianismo”, mucho más allá de lo que la Biblia describe de ella, para atraer a los adoradores de Isis a la fe, que de otro modo no hubieran adoptado. Las primeras claras señales de la mariología católica ocurrieron en los escritos de Origen, quien vivió en Alejandría, Egipto, el cual resultaba ser el punto focal de la adoración a Isis.

A continuación, un párrafo de Wikipedia en su apartado “Culto a Isis”:

(Extensión del culto a Isis en el ) Mundo grecorromano: Después de la conquista de Egipto por Alejandro Magno, el culto de Isis se extendió por todo el mundo grecorromano. Tácito escribió que después del asesinato de Julio César, se decretó erigir un templo en honor de Isis pero Augusto lo paró y trató de convertir de nuevo a los romanos a las creencias de los dioses romanos que estaban asociados estrechamente con el Estado. Finalmente, el emperador romano Calígula abandonaría la cautela de Augusto hacia lo que fue descrito como cultos orientales, y fue durante su reinado cuando se estableció en Roma la fiesta de Isis. Según Josefo, Calígula se puso un ropaje femenino y participó en los misterios que él mismo instituyó. En la época helenística, Isis adquirió un "nuevo rango como una diosa principal del mundo mediterráneo". Vespasiano, junto con Tito, practicaban incubaciones en el Iseum (santuario dedicado a Isis) romano. Domiciano construyó otro Iseum junto a un Serapeum (templo dedicado a Serapis)Trajano aparece delante de Isis y Horus, presentándoles votivas ofrendas de vino, en un bajo relieve, en su arco triunfal de Roma. Adriano decoró su villa de Tívoli con escenas isíacas. Galerio consideraba a Isis como su protectora.
La visión romana sobre sus cultos era sincrética (conciliar doctrinas distintas), contemplando a sus nuevas deidades, con aspectos meramente locales de otros más familiares. Para muchos romanos, la egipcia Isis era un aspecto de la frigia Cibeles, cuyos ritos orgiásticos fueron al final, naturalizados en Roma, llegando a ser conocida como Isis de los diez mil nombres.
Entre los nombres de la Isis romana, el de Reina del Cielo, se destaca por su larga y continua presencia. Heródoto identificó a Isis con las diosas griegas y romana dela agriculturaDeméter y Ceres.
Una estatua de alabastro de Isis del siglo III a. C., que se encontró en Ohrid, en la República de Macedonia, está representada en el anverso del billete de 10 denares macedonios, emitido en 1996.
Influencia en el cristianismo «El culto de Isis tuvo una influencia considerable sobre el de la Virgen María»... Isis «también fue el modelo para todas las reinas de Egipto, que eran conocidas como "hija de Dios", "gran esposa del rey" y "la madre de Dios"». Las imágenes coptas(cristianas) heredaron esta concepción de la diosa (Isis), dando origen a representaciones posteriores de Maria Lactans (María que da de lactar, lactante).
Los estudiosos han hecho comparaciones con el culto a Isis a finales de la época romana y el culto a la Virgen María. Después de que el cristianismo ganó popularidad y comenzó a dispersarse en Europa y luego en Roma, los cristianos convirtieron el santuario de Isis en Egipto en una Iglesia en honor a María así como de manera deliberada tomaron imágenes del mundo pagano y las utilizaron.
Este fue el resultado de la exposición del cristianismo primitivo al arte egipcio. En una encuesta a "veinte destacados egiptólogos", realizada por el Dr. W. Ward Gasque, un erudito cristiano, encontró que todos los que respondieron reconocían que "la imagen de Horus niño e Isis ha influido en la iconografía cristiana de la Virgen y el Niño"[cita requerida] , pero que no hubo otras similitudes.
El historiador Will Durant escribió que "Los primeros cristianos a veces rendían honores, a las estatuas de Isis amamantando al niño Horus, viendo en ello un rito antiguo y noble acerca de como por medio de la mujer (es decir, el principio femenino), se crearon todas las cosas, que finalmente se convirtió en la Madre de Dios." Horus, en este aspecto juvenil, fue llamado Harpócrates por los griegos. A pesar de que a la Virgen María se le venera en el catolicismo y la Iglesia ortodoxa, su papel como una figura de la madre misericordiosa tiene paralelos con la figura de Isis.

Isis lactans (amamantando aHarpócrates). Museos Vaticanos. Museo Pío-Clementino.


2- El Mitraísmo: era una religión en el imperio romano del I hasta el V siglo d.C. Era muy popular entre los romanos, especialmente entre los soldados romanos, y posiblemente fue la religión de muchos emperadores. Mientras que nunca se le concedió un estatus “oficial” al mitraísmo en el imperio romano fue de hecho la religión oficial, hasta que Constantino y los siguientes emperadores romanos lo reemplazaron con el cristianismo. 



dios mitra matando el toro

Una de las características claves del mitraísmo era una comida de sacrificio, la cual consistía en comer la carne y beber la sangre de un toro. Mitra, el dios estaba “presente” en la carne y la sangre del toro, y cuando eran consumidas, se otorgaba la salvación a aquellos que tomaban parte en la comida del sacrificio. (teofagia, la práctica de comer el cuerpo de un dios). El mitraísmo también tenía siete “sacramentos”, haciendo que las similitudes entre el mitraísmo y el catolicismo romano sean demasiadas para ser ignoradas. Constantino y sus sucesores fundaron un fácil substituto de la comida sacrificial del mitraísmo en el concepto de la comunión católica (cena del Señor). Tristemente, algunos de los primeros cristianos comenzaron a añadirle misticismo a la cena del Señor, rechazando el concepto bíblico de un simple acto de adoración y recordatorio de la muerte y derramamiento de sangre de Cristo. La romanización de la cena del Señor hizo la transición a una consumación del sacrificio de Jesucristo, conocido ahora como la “eucaristía”, que tiene lugar como acto central de la “misa católica”. Una de las principales actividades dentro del mitraísmo, era el festival del nacimiento del sol “Invictus”. Se celebraba cuando la luz del día aumentaba tras el solsticio de invierno, en alusión al "renacimiento" del sol. Este festival corría desde el 22 al 25 de diciembre... -¿Les suena?-, curiosamente resulta que es a partir del Concilio de Nicea cuando queda sentado que el 25 de diciembre es la fecha del nacimiento de Cristo. La fecha de celebración de la Navidad es impuesto como tal en Nicea. El gorro que usan obispos, arzobispos y el mismo Papa, la mitra, tiene su origen en el tocado que llevaban los sacerdotes de Mitra. Incluso el halo que aparece en las figuras de los santos rodeando su cabeza es una copia del que aparece alrededor de la cabeza del auriga del carro del Sol Invicto. Para ampliar la información sobre mitraísmo ir al siguiente enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Mitra%C3%ADsmo

3- Henoteísmo y los santos católicos: La mayoría de los emperadores romanos (y ciudadanos) eran henotistas. Un henotista es alguien que cree en la existencia de muchos dioses, pero que tiene un enfoque primario en un dios en particular, o considera a uno en particular como supremo sobre los otros. Por ejemplo, el dios Júpiter, era supremo sobre el “panteón” romano (la totalidad de los dioses). Los marinos, con frecuencia, eran adoradores de Neptuno, el dios de los océanos. Cuando la iglesia católica introdujo el paganismo romano, simplemente reemplazó el “panteón” de dioses con los santos. Así como el panteón tenía un dios del amor, un dios de la paz, un dios de la guerra, un dios de la fuerza, un dios de la sabiduría, etc., la iglesia católica tiene un santo que “está a cargo” de cada una de estas características, y existen muchas otras categorías. Igualmente, así como muchas ciudades romanas tenían un dios específico para la ciudad, también la iglesia católica provee sus “santos patrones” para las ciudades.

4- El papado: Roma era la sede del imperio. Allí vivían los emperadores. La ciudad tenia preeminencia sobre el resto, en todos los ámbitos de la vida social, política y religiosa, El obispo de Roma ejerció presión sobre el emperador para tener privilegios y, sobre todo, autoridad sobre los demás obispos del imperio. Constantino, y sus sucesores, dieron su apoyo al obispo de Roma como el supremo gobernante de la iglesia. Desde luego, era mejor para la unidad del imperio, que el gobernante y la sede de la religión se encontraran centrados en el mismo lugar. Mientras que muchos otros obispos (y cristianos) se resistieron a la idea de que hubiera un obispo romano supremo, eventualmente este se elevó en supremacía, a través del poder y la influencia de los emperadores. El obispo de Roma colocó a la autoridad suprema con la que fue envestido, una aureola de paternalismo sobre los demás obispos por lo que se le empezó a llamar “papa” (padre). Cuando el imperio romano se colapsó, los papas tomaron el título que previamente había pertenecido a los emperadores: “Pontificus Maximus” y el poder del gobierno también quedó a cargo de ellos por cerca de mil años. Lo que desencadenó que se convirtiera en la iglesia predominante en el mundo occidental. Y también en la más dominante forma de apostasía de la verdadera iglesia de Jesucristo y su genuino evangelio.


El papa con su mitra papal. (llamada así por el dios mitra)

Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, la iglesia católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. El origen de la iglesia católica es el trágico compromiso del cristianismo con las religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el evangelio y convertir a los paganos, la iglesia católica “cristianizó” el culto de los romanos a sus dioses, con lo cual “paganizó” el cristianismo.

Los ejemplos del paganismo con el cual la iglesia católica contamino el evangelio, son muchos más, pero estos pueden ser suficientes para demostrar el verdadero origen de la secta romana. Desde luego, la iglesia católica niega los orígenes aquí descritos. Disfraza sus doctrinas heréticas bajo capas de complicadas y confusas teologías de hombres. Excusa y niega su origen pagano tras la máscara de la “tradición eclesiástica”. Reconociendo que muchas de sus creencias y prácticas son totalmente ajenas a la Biblia; está forzada a negar la autoridad y suficiencia de las Sagradas Escrituras y dársela a su herética “tradición”.

Con la contaminación del cristianismo, al introducirle prácticas, cultos y credos, totalmente paganos, anti-bíblicos y heréticos, EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA NO FUE JESÚS, TAMPOCO FUE PEDRO, FUE EL EMPERADOR CONSTANTINO.


Cesar Ángel -  julio 31 de 2015



Recursos bibliográficos:
Wikipedia 
Enciclopedia católica 

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