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Los 4 jinetes del apocalipsis |
La Escatología es el estudio
de las Últimas cosas, o asuntos por venir. Los siguientes artículos serán una
adaptación y resumen de libro de Samuel E. Waldron, El Fin de Los Tiempos: Una Explicación
Para Todos. Estos artículos serán sobre sobre profecía cristiana, técnicamente
llamada escatología, una palabra que significa la doctrina o el estudio de las
últimas cosas. Es, por lo tanto, sobre lo que muchos llaman profecía bíblica.
No es un libro teórico. La escatología es profundamente importante. Por un lado,
el sistema escatológico de la Biblia es básicamente simple y mientras que las
perspectivas populares de la profecía en nuestros días son profundamente
no-bíblicas.
Dos
caras de un mismo problema.
Más de dos décadas en el
ministerio cristiano (y una vida entera en iglesias evangélicas), me han
convencido de que hay dos actitudes frecuentes hacia la escatología o la
profecía en nuestro tiempo. Podemos personificar esas dos actitudes frecuentes
en dos personas míticas (pero muy verosímiles): El Fascinado Fran y La Práctica
Pam. El Fascinado Fran representa a todos los fanáticos fascinados con la
profecía. La Práctica Pam encarna a aquellos que están hastiados por
la escatología. Fascinado Fran se ha leído cada una de las series multi-volumen
de novelas sobre los últimos días que comienzan con la titulada "Dejados Atrás".
Observa los acontecimientos en Oriente Medio y en el mundo con un entusiasmo
que lo deja sin respiración, buscando señales sobre la llegada de los últimos
días y de la tribulación. Por otro lado, Práctica Pam tiene una inclinación más
práctica y no consigue ver mucha utilidad para la vida cristiana en esta
fascinación. Su actitud es: “¡Olvídate de la profecía! ¡Enséñame algo práctico
para el hogar y la familia!” Pam es una "lo-que-sea-milenarista". (Todo será cómo
tenga que ser al final. Así que, ¿por qué preocuparse?)
Mi convencimiento es que el
problema doctrinal que ha infectado tanto a Fran como a Pam es la misma cosa.
Es el responsable de ambas actitudes. Este problema es el divorcio práctico, del
evangelio de Cristo y la escatología, en las perspectivas proféticas populares
de nuestros días. La idea es (y yo he escuchado decir esto): Nosotros
predicamos el evangelio para que la gente se salve. Una vez que son salvos, y
si están interesados en una doctrina cristiana más profunda, podemos enseñarles
de profecía. En tales perspectivas, el divorcio del evangelio y la escatología
está claramente implícito. No es de extrañar que con esas ideas en la calle,
uno acabe con los Fascinados Frans, por un lado o con las Prácticas Pams, por
el otro.
Una
escatología desconectada del Evangelio.
No obstante, el hecho es que
la escatología popular que se enseña ampliamente en las iglesias evangélicas en
nuestros días realmente tiene comparativamente muy poco que ver con el
evangelio de Cristo. En la iglesia evangélica en la que yo me crié se enseñaba
la profecía con frecuencia. Una de las cosas que recuerdo intensamente que se
enseñaba era que la edad de la iglesia en la que vivimos era un gran paréntesis
en la profecía bíblica, un período-de-misterio imprevisto por la profecía
bíblica. Esto acabaría con el rapto de la iglesia por la venida secreta de
Cristo en el aire antes del período de la tribulación. Puesto que esta venida
era inminente, es decir, que puede ocurrir en cualquier momento, no estaría
precedida por ningún acontecimiento profético. Sólo con este rapto secreto se
pondría en marcha de nuevo el reloj profético. Con el rapto secreto de la
iglesia los acontecimientos importantes de la profecía bíblica comenzarían a
desplegarse. Estos incluían la aparición del Anticristo y su imperio mundial,
la re-edificación del templo en Jerusalén, una tribulación de siete años, una
aparición gloriosa de Cristo, y un reinado de mil años de Cristo en la tierra –
todo ello teniendo que ver con el otro pueblo de Dios, terrenal, la nación
judía, no con Su pueblo celestial, la iglesia. Recuerdo haberme sentido
decepcionado por vivir en un período tan vacío o desprovisto con respecto a la
profecía bíblica.
Ahora bien, yo no era el
único enseñado en ese sistema. Por aquel entonces dominaba las iglesias
evangélicas. A pesar de muchas críticas, aún mantiene su popularidad. Desde
novelas best sellers a películas repletas de afectos especiales asombrosos, aún
domina la imaginación cristiana en nuestros días.
Un
sistema de interpretación bíblica desconectado del Evangelio de Cristo.
Tal sistema de profecía
realmente tiene muy poco que ver con el evangelio de Cristo. No nos sorprende
que la reacción del público cristiano sea de fascinación o de irritación. Si la
iglesia es un paréntesis misterioso en la historia del mundo, y si el reloj
profético sólo comienza a marchar de nuevo con el rapto de la iglesia sin
peligro a la dicha del cielo, y si la profecía bíblica es realmente acerca del
plan de Dios para los judíos, entonces la reacción de los cristianos sólo puede
ser de fascinación por lo especulativo, por un lado, o de irritación por lo
práctico, por el otro.
Esta serie de artículos
proveerán una presentación simple, pero sistemática de la escatología
cristiana. Mostrará que este popular sistema de interpretación bíblica es
erróneo y sin base bíblica en todas sus características distintivas. Esto
sorprenderá a muchos lectores que pensarán que es una afirmación increíble.
¡Pero recuerda al niño que exclamó que el precioso conjunto nuevo del emperador
realmente no lo era! Si tienes paciencia conmigo y me prestas un oído bíblico,
tal vez adoptes la misma opinión sobre la ropa del emperador. El evangelio
cristiano tiene todo que ver con la escatología, y la escatología tiene todo
que ver con el evangelio cristiano.
La
necesidad de una escatología centrada en la Cruz de Cristo.
Lo que quiero decir es,
brevemente, esto: Jesús habla del objetivo de la escatología como “la
regeneración” (Mat. 19:28). Pedro la llama “la restauración de todas las cosas”
(Hech. 3:21). Pablo habla de ella como “la creación… libertada de la esclavitud
de corrupción” (Rom. 8:21). La escatología tiene que ver con el llevar a la
creación y a la humanidad a su destino original propuesto por Dios. La
escatología tiene que ver con la derrota de los propósitos destructivos de
Satanás y con la victoria de los propósitos redentores de Dios. La escatología,
por tanto, tiene todo que ver con el evangelio que proclama el propósito de
Dios de “por medio de él (de Cristo) reconciliar consigo todas las cosas…
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Col. 1:20). La profecía
bíblica, pues, no tiene que ver con ninguna otra cosa que no sea el evangelio
de Cristo. Tiene todo que ver con la cruz de Cristo, con la iglesia de Cristo,
y con la venida de Cristo.
Eso sería algo, ¿verdad?
¡Una escatología simple, bíblica! ¡Supón que el emperador realmente no tiene
vestiduras! ¡Supón que la profecía realmente es acerca de Cristo, Su cruz, y Su
iglesia! Escucha al niño, mira al emperador, y examina la Biblia por ti mismo.
Como
pueden haber tantos cristianos equivocados en la escatología.
No obstante, antes de que
podamos comenzar ese estudio, debemos encarar el problema de cómo tantos
cristianos sinceros pueden estar tan equivocados.
Antes de que responda a esa
pregunta, déjame que aclare que yo creo que muchos de los que mantienen la
perspectiva de la profecía en cuestión son cristianos. No estoy atacando el
carácter cristiano de aquellos con los que difiero. Tengo una gran deuda con
muchos de los que sostienen la perspectiva que estaré criticando. El hecho de
que sean cristianos no significa, no obstante, que estén en lo cierto, ni que
nuestras diferencias no tengan importancia. Los corazones de algunos hombres
son mejores que sus cabezas. Lo que hay en sus cabezas aún puede ser peligroso
para los demás.
Puesto que creo esto, debo
hacer un trabajo concienzudo de convencer a la gente del error de la
perspectiva popular. Por supuesto, esto debo hacerlo principalmente por medio
de abrir la enseñanza clara de la Palabra de Dios. No obstante, antes de hacer
eso debo intentar eliminar un prejuicio a favor del punto de vista popular y
contra lo que yo voy a enseñar. La perspectiva que voy a criticar ha sido
popular durante las últimas décadas en la iglesia cristiana y es conocida como
el Dispensacionalismo. Esto hace que a muchos les parezca que esta es la
perspectiva histórica de la iglesia cristiana. Por ello, cualquier otra cosa
parece novedosa. Por lo tanto, para probar la validez de las afirmaciones de la
perspectiva profética popular de nuestros días, tendremos que estudiar un poco
de historia de la iglesia. Estudiaremos la historia de la escatología en la
iglesia respondiendo a la pregunta en el siguiente artículo: ¿Cómo puede todo
el mundo estar tan equivocado?
Adaptado de: Samuel E.
Waldron, “El Fin de Los Tiempos: Una
Explicación Para Todos”, transcripción de David Rivero (Graham, NC: Publicaciones Faro
de Gracia, 2008), 1–6.
Acerca del autor:
Sam_Waldron BA. Cornerstone
University, M.Div. Trinity Ministerial Academy, Th.M. Grand Rapids Theological
Seminary, Ph.D. Southern Baptist Theological Seminary. Samuel Waldron es decano
del Covenant Baptist Theological Seminary. Sirve como uno de los pastores de la
Iglesia Reformada Bautista de la Gracia en Owensboro, Estados Unidos. El Dr.
Waldron es miembro de la prestigiosa Evangelical Theological Society. Samuel
Waldron es una de los principales exponentes teológicos entre los Bautistas
Reformados. Es autor de numerosos libros, algunos de los cuales han sido
traducidos al español, como El Fin de los tiempos: Una Explicación para todos,
Una Exposición de la Confesión Bautista de Fe de 1689, entre otros.
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