Doctrinas de la Gracia

22 may 2020

Una escatología centrada en el evangelio. Samuel Waldron

Los 4 jinetes del apocalipsis


La Escatología es el estudio de las Últimas cosas, o asuntos por venir. Los siguientes artículos serán una adaptación y resumen de libro de Samuel E. Waldron, El Fin de Los Tiempos: Una Explicación Para Todos. Estos artículos serán sobre sobre profecía cristiana, técnicamente llamada escatología, una palabra que significa la doctrina o el estudio de las últimas cosas. Es, por lo tanto, sobre lo que muchos llaman profecía bíblica. No es un libro teórico. La escatología es profundamente importante. Por un lado, el sistema escatológico de la Biblia es básicamente simple y mientras que las perspectivas populares de la profecía en nuestros días son profundamente no-bíblicas.

Dos caras de un mismo problema.

Más de dos décadas en el ministerio cristiano (y una vida entera en iglesias evangélicas), me han convencido de que hay dos actitudes frecuentes hacia la escatología o la profecía en nuestro tiempo. Podemos personificar esas dos actitudes frecuentes en dos personas míticas (pero muy verosímiles): El Fascinado Fran y La Práctica Pam. El Fascinado Fran representa a todos los fanáticos fascinados con la profecía. La Práctica Pam encarna a aquellos que están hastiados por la escatología. Fascinado Fran se ha leído cada una de las series multi-volumen de novelas sobre los últimos días que comienzan con la titulada "Dejados Atrás". Observa los acontecimientos en Oriente Medio y en el mundo con un entusiasmo que lo deja sin respiración, buscando señales sobre la llegada de los últimos días y de la tribulación. Por otro lado, Práctica Pam tiene una inclinación más práctica y no consigue ver mucha utilidad para la vida cristiana en esta fascinación. Su actitud es: “¡Olvídate de la profecía! ¡Enséñame algo práctico para el hogar y la familia!” Pam es una "lo-que-sea-milenarista". (Todo será cómo tenga que ser al final. Así que, ¿por qué preocuparse?)

Mi convencimiento es que el problema doctrinal que ha infectado tanto a Fran como a Pam es la misma cosa. Es el responsable de ambas actitudes. Este problema es el divorcio práctico, del evangelio de Cristo y la escatología, en las perspectivas proféticas populares de nuestros días. La idea es (y yo he escuchado decir esto): Nosotros predicamos el evangelio para que la gente se salve. Una vez que son salvos, y si están interesados en una doctrina cristiana más profunda, podemos enseñarles de profecía. En tales perspectivas, el divorcio del evangelio y la escatología está claramente implícito. No es de extrañar que con esas ideas en la calle, uno acabe con los Fascinados Frans, por un lado o con las Prácticas Pams, por el otro.

Una escatología desconectada del Evangelio.

No obstante, el hecho es que la escatología popular que se enseña ampliamente en las iglesias evangélicas en nuestros días realmente tiene comparativamente muy poco que ver con el evangelio de Cristo. En la iglesia evangélica en la que yo me crié se enseñaba la profecía con frecuencia. Una de las cosas que recuerdo intensamente que se enseñaba era que la edad de la iglesia en la que vivimos era un gran paréntesis en la profecía bíblica, un período-de-misterio imprevisto por la profecía bíblica. Esto acabaría con el rapto de la iglesia por la venida secreta de Cristo en el aire antes del período de la tribulación. Puesto que esta venida era inminente, es decir, que puede ocurrir en cualquier momento, no estaría precedida por ningún acontecimiento profético. Sólo con este rapto secreto se pondría en marcha de nuevo el reloj profético. Con el rapto secreto de la iglesia los acontecimientos importantes de la profecía bíblica comenzarían a desplegarse. Estos incluían la aparición del Anticristo y su imperio mundial, la re-edificación del templo en Jerusalén, una tribulación de siete años, una aparición gloriosa de Cristo, y un reinado de mil años de Cristo en la tierra – todo ello teniendo que ver con el otro pueblo de Dios, terrenal, la nación judía, no con Su pueblo celestial, la iglesia. Recuerdo haberme sentido decepcionado por vivir en un período tan vacío o desprovisto con respecto a la profecía bíblica.

Ahora bien, yo no era el único enseñado en ese sistema. Por aquel entonces dominaba las iglesias evangélicas. A pesar de muchas críticas, aún mantiene su popularidad. Desde novelas best sellers a películas repletas de afectos especiales asombrosos, aún domina la imaginación cristiana en nuestros días.

Un sistema de interpretación bíblica desconectado del Evangelio de Cristo.

Tal sistema de profecía realmente tiene muy poco que ver con el evangelio de Cristo. No nos sorprende que la reacción del público cristiano sea de fascinación o de irritación. Si la iglesia es un paréntesis misterioso en la historia del mundo, y si el reloj profético sólo comienza a marchar de nuevo con el rapto de la iglesia sin peligro a la dicha del cielo, y si la profecía bíblica es realmente acerca del plan de Dios para los judíos, entonces la reacción de los cristianos sólo puede ser de fascinación por lo especulativo, por un lado, o de irritación por lo práctico, por el otro.

Esta serie de artículos proveerán una presentación simple, pero sistemática de la escatología cristiana. Mostrará que este popular sistema de interpretación bíblica es erróneo y sin base bíblica en todas sus características distintivas. Esto sorprenderá a muchos lectores que pensarán que es una afirmación increíble. ¡Pero recuerda al niño que exclamó que el precioso conjunto nuevo del emperador realmente no lo era! Si tienes paciencia conmigo y me prestas un oído bíblico, tal vez adoptes la misma opinión sobre la ropa del emperador. El evangelio cristiano tiene todo que ver con la escatología, y la escatología tiene todo que ver con el evangelio cristiano.

La necesidad de una escatología centrada en la Cruz de Cristo.

Lo que quiero decir es, brevemente, esto: Jesús habla del objetivo de la escatología como “la regeneración” (Mat. 19:28). Pedro la llama “la restauración de todas las cosas” (Hech. 3:21). Pablo habla de ella como “la creación… libertada de la esclavitud de corrupción” (Rom. 8:21). La escatología tiene que ver con el llevar a la creación y a la humanidad a su destino original propuesto por Dios. La escatología tiene que ver con la derrota de los propósitos destructivos de Satanás y con la victoria de los propósitos redentores de Dios. La escatología, por tanto, tiene todo que ver con el evangelio que proclama el propósito de Dios de “por medio de él (de Cristo) reconciliar consigo todas las cosas… haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Col. 1:20). La profecía bíblica, pues, no tiene que ver con ninguna otra cosa que no sea el evangelio de Cristo. Tiene todo que ver con la cruz de Cristo, con la iglesia de Cristo, y con la venida de Cristo.

Eso sería algo, ¿verdad? ¡Una escatología simple, bíblica! ¡Supón que el emperador realmente no tiene vestiduras! ¡Supón que la profecía realmente es acerca de Cristo, Su cruz, y Su iglesia! Escucha al niño, mira al emperador, y examina la Biblia por ti mismo.

Como pueden haber tantos cristianos equivocados en la escatología.

No obstante, antes de que podamos comenzar ese estudio, debemos encarar el problema de cómo tantos cristianos sinceros pueden estar tan equivocados.

Antes de que responda a esa pregunta, déjame que aclare que yo creo que muchos de los que mantienen la perspectiva de la profecía en cuestión son cristianos. No estoy atacando el carácter cristiano de aquellos con los que difiero. Tengo una gran deuda con muchos de los que sostienen la perspectiva que estaré criticando. El hecho de que sean cristianos no significa, no obstante, que estén en lo cierto, ni que nuestras diferencias no tengan importancia. Los corazones de algunos hombres son mejores que sus cabezas. Lo que hay en sus cabezas aún puede ser peligroso para los demás.

Puesto que creo esto, debo hacer un trabajo concienzudo de convencer a la gente del error de la perspectiva popular. Por supuesto, esto debo hacerlo principalmente por medio de abrir la enseñanza clara de la Palabra de Dios. No obstante, antes de hacer eso debo intentar eliminar un prejuicio a favor del punto de vista popular y contra lo que yo voy a enseñar. La perspectiva que voy a criticar ha sido popular durante las últimas décadas en la iglesia cristiana y es conocida como el Dispensacionalismo. Esto hace que a muchos les parezca que esta es la perspectiva histórica de la iglesia cristiana. Por ello, cualquier otra cosa parece novedosa. Por lo tanto, para probar la validez de las afirmaciones de la perspectiva profética popular de nuestros días, tendremos que estudiar un poco de historia de la iglesia. Estudiaremos la historia de la escatología en la iglesia respondiendo a la pregunta en el siguiente artículo: ¿Cómo puede todo el mundo estar tan equivocado?


Adaptado de: Samuel E. Waldron, “El Fin de Los Tiempos: Una Explicación Para Todos”, transcripción de  David Rivero (Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia, 2008), 1–6.

Acerca del autor:
Sam_Waldron BA. Cornerstone University, M.Div. Trinity Ministerial Academy, Th.M. Grand Rapids Theological Seminary, Ph.D. Southern Baptist Theological Seminary. Samuel Waldron es decano del Covenant Baptist Theological Seminary. Sirve como uno de los pastores de la Iglesia Reformada Bautista de la Gracia en Owensboro, Estados Unidos. El Dr. Waldron es miembro de la prestigiosa Evangelical Theological Society. Samuel Waldron es una de los principales exponentes teológicos entre los Bautistas Reformados. Es autor de numerosos libros, algunos de los cuales han sido traducidos al español, como El Fin de los tiempos: Una Explicación para todos, Una Exposición de la Confesión Bautista de Fe de 1689, entre otros.

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