Doctrinas de la Gracia

26 feb 2019

Es obligatorio el nombre sagrado de Dios?



¿Es el verdadero nombre de nuestro Padre Celestial el tetragrama hebreo YHWH?
¿Debemos usar YHWH (en lugar de “Dios”) cuando nos dirigimos a él o cuando mencionamos su nombre en público?

En Hechos de los Apóstoles 4:12, Pedro declara lo siguiente: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. ¿Cuál, pues, es ese nombre por el que debemos ser salvos? ¿Son los nombres realmente tan importantes?

Sí, los nombres son muy importantes, y la Biblia reconoce su gran significado. Cuando alguien se presenta en el nombre de otra persona, él o ella actúan bajo la autoridad de ese nombre. Los embajadores de las diferentes naciones actúan bajo la autoridad de sus gobiernos. Dios cambió los nombres de muchos patriarcas del Antiguo Testamento con el propósito de reflejar el verdadero carácter de sus dueños, pero no les cambió el nombre a otro idioma.

El nombre hebreo de Abram fue cambiado a Abraham, también en hebreo, que significa “padre de muchas naciones”. El nombre de Jacob, que quiere decir “suplantador”, fue cambiado al de Israel, que significa “el que prevalece con Dios”. Pero ambos nombres fueron cambiados dentro de su misma lengua nativa, no a otro idioma.

El Hijo de Dios vino a la Tierra en el nombre de su Padre. ¿Cuál es ese nombre? A menos que uno tenga el nombre de su Padre Celestial, no es su Hijo y heredero. ¿Es pecado usar el nombre de Jesucristo o llamar a su pueblo “la Iglesia de Dios”? ¿Es el verdadero nombre de nuestro Padre Celestial el tetragrama hebreo YHWH? ¿Debemos usar YHWH (en lugar de “Dios”) cuando nos dirigimos a él o cuando mencionamos su nombre en público?

El lenguaje del Nuevo Testamento

Tal como los libros del Antiguo Testamento, que en su mayoría fueron escritos en hebreo, los libros originales del Nuevo Testamento fueron escritos en griego (con la posible excepción de Mateo y hebreos). De acuerdo a la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesárea, libro VI, cap. 14: “La epístola a los Hebreos es la obra de Pablo, y… fue escrita a los hebreos en el lenguaje hebreo, pero… Lucas la tradujo cuidadosamente y la publicó para los griegos y por lo tanto, el mismo estilo de expresión se encuentra en esta epístola y en Hechos”.

Este relato explica que Pablo tuvo que escribir esta epístola a los hebreos en su misma lengua, para poder ejercer influencia sobre los sensibles judíos religiosos. Pero más tarde fue traducida por Lucas y publicada para los griegos en el idioma griego. Si esta afirmación es cierta, quiere decir que Dios inspiró la traducción al griego hecha por Lucas y la preservó para nosotros hasta hoy día, ya que la versión hebrea se perdió.

Eusebio también registró para nosotros lo siguiente acerca del evangelio de Mateo, en el capítulo 25 del Libro VI de Historia Eclesiástica: “Entre los cuatro evangelios, que son los únicos indiscutibles en la Iglesia de Dios bajo los cielos, he aprendido por tradición que el primero fue escrito por Mateo, quien fuera una vez publicano pero más tarde apóstol de Jesucristo, y que fue preparado para los conversos del judaísmo y publicado en el idioma hebreo”. No sabemos con seguridad si el evangelio de Mateo fue escrito primeramente en hebreo, pero es posible.

Otro teólogo e historiador, Jerónimo, nos dice que el evangelio de Mateo fue traducido al idioma griego para toda la Iglesia (Lives of Illustrious Men [Vidas de hombres ilustres], capítulo 3). Esta es otra prueba de que Dios inspiró la versión griega de Lucas a fin de que fuera preservada y canonizada para nosotros hasta la actualidad. De acuerdo a F.F. Bruce en su libro The Books and the Parchments (Los libros y los pergaminos), la versión aramea de la Biblia que tenemos en la actualidad es reconocida como una traducción del griego, a pesar de que algunos erróneamente alegan lo contrario.

Es muy fácil comprobar que el idioma original del libro de Mateo no fue el arameo. Examinemos Marcos 15:34, que en español dice: “Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: ‘Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?’ que traducido es: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’”  Fíjese cuidadosamente en la segunda mitad del versículo 34: aquí se manifiesta que Marcos (cuyo evangelio probablemente fue el primero de los cuatro en ser escrito) incluyó las palabras finales de Jesucristo tal como salieron de su propia boca. Las palabras de Jesús son citadas en arameo (idioma en el cual él se dirigía a sus discípulos), pero Marcos las tradujo al griego.

Si el arameo hubiese sido el idioma original del Antiguo Testamento, no habría habido necesidad de insertar las palabras arameas (Eloi, lama sabactani) en el texto, ¡ya que las personas que hablaban arameo hubieran sabido automáticamente su significado! El comentario “que traducido es”, como aparece registrado en la versión Reina Valera, ¡no habría sido necesario! El Nuevo Testamento en arameo repite exactamente las mismas palabras en griego. Esta es solo una prueba, entre muchas otras, de que el arameo no pudo haber sido el idioma original del Nuevo Testamento.

En el Nuevo Testamento, las palabras arameas son citadas y comúnmente traducidas al griego para los pueblos de habla griega. En la mayoría de los casos, las palabras arameas son traducidas del griego tal como aparecen en la versión aramea del Nuevo Testamento, no del arameo original.

En Juan 1:41 encontramos que, en general, el público de habla griega no estaba familiarizado con el significado de la palabra hebrea Meshiach, que significa “el ungido”. El equivalente griego de Meshiach es Messias. La mayoría de los griegos no conocía esa palabra, por lo cual Juan la tradujo como Christos, que en griego significa “el ungido”.

Otros nombres de Dios, además de YHWH

El Nuevo Testamento contiene varios nombres para referirse a nuestro Creador. De la misma forma, el Antiguo Testamento registra muchos nombres para referirse a Dios.

Algunos individuos y grupos insisten en que el único nombre verdadero del Creador es el tetragrama YHWH en idioma hebreo, y que éste es el único nombre que debemos usar cuando nos referimos a Dios. Este argumento se basa en la palabra castellana “SEÑOR”, que en el Antiguo Testamento se usa en lugar de YHWH.

Sin embargo, los otros nombres de Dios que aparecen en el Antiguo y el Nuevo Testamento no son simplemente títulos, como argumentan ocasionalmente estos grupos. Dios también era conocido por otro nombre antes de Éxodo 3:15, cuando él se reveló a sí mismo como YHWH ante Moisés y, según la Biblia, éste era un nombre, no un título. Note lo que dice Éxodo 6:3: “Además dijo Dios a Moisés: ‘Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos’”. Dios le dice a Moisés que Abraham, Isaac y Jacob no lo conocían por el nombre YHWH, sino por el nombre El Shaddai o El Shaddee.

Por alguna razón, los proponentes de la “doctrina del Nombre Sagrado” no insisten en que debemos usar el primer nombre, es decir, el nombre por el cual el Dios del pacto se dio a conocer a nuestro padre del pacto, Abraham. Después de todo, las bendiciones que recibimos vienen por medio de Abraham (y esencialmente, por medio de Jesucristo). Si únicamente podemos dirigirnos a Dios por el nombre YHWH, ¡quiere decir que Abraham, Isaac y Jacob no podrán ser salvos, ya que el nombre YHWH no les fue revelado! Cuando analizamos palabra por palabra Éxodo 3:15 en hebreo, es muy fácil comprobar que ellos no conocían a Dios únicamente por el nombre de El Shaddai, sino también por el de Elohim.
En toda la extensión de este versículo, el nombre de Dios es Elohim (aunque la palabra “SEÑOR” que se incluye en él es la palabra hebrea YHWH).

El arameo

Existen secciones en el Antiguo Testamento cuyo lenguaje original es el arameo, y no el hebreo (Daniel 2:4 al 7:28; Esdras 4:8 al 6:18; y Esdras 7:12-26). En ninguna de estas secciones en arameo encontramos los términos hebreos para referirse a Dios, pero en cambio, encontramos la expresión aramea Elah.

Se debe enfatizar que en el Nuevo Testamento hay muchos pasajes como el de Marcos 9:38, en donde Juan le habló a Jesús acerca de “uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue”. Es probable que el idioma que se hablaba con más frecuencia haya sido el arameo; y Jesús dice que ellos hicieron estos milagros en su nombre. Si alguien hubiese verbalizado el nombre YHWH en aquel tiempo, hubiese sido arrestado, juzgado y tal vez apedreado por orden del Sanedrín (que contaba con el apoyo y la autorización de los romanos).

¿Cómo hubiera sido posible que Dios llevara a cabo milagros en este nombre, Elah (indiscutiblemente arameo), si supuestamente él solo reconocía el nombre YHWH?
¿Podría Cristo haber permitido tal cosa en alguno de sus nombres que no fuera YHWH? ¿Lo hubiera apoyado y amparado su Padre si Dios no quisiera ser reconocido ni llamado por ningún otro nombre que no sea YHWH? Este ejemplo se repite numerosas veces en el Nuevo Testamento.

El idioma hebreo

El Antiguo Testamento fue preservado por siglos y se componía únicamente de consonantes, aunque se utilizaban semiconsonantes para indicar ciertas vocales largas. La pronunciación exacta de las palabras, con sus vocales, fue preservada solamente para uso oral, y fue transmitida así de una generación a otra.

Los sonidos de estas vocales no fueron registrados por escrito sino hasta el siglo sexto o séptimo d.C., aproximadamente. En ese tiempo, los eruditos judíos del momento, conocidos como masoretas, crearon símbolos para representar las vocales que usaban según su tradición oral. Ellos agregaron dichos símbolos o puntos al texto del Antiguo Testamento, que hasta entonces solo había tenido consonantes.

Lamentablemente para nosotros, los judíos dejaron de pronunciar el tetragrama YHWH, el nombre del Creador, mucho antes de la aparición de los masoretas, por considerarlo demasiado sagrado como para ser usado.

Cuando los judíos recitaban oralmente el texto del Antiguo Testamento, sustituían la palabra Adonai (“Señor”, en español). Algunas veces los judíos también dicen Elohim en lugar de YHWH. Esta práctica se inició mucho antes de la época de Herodes.

Más tarde, los masoretas comenzaron a insertar los puntos de las vocales de las palabras Adonai y Elohim en la palabra YHWH cada vez que se encontraban con ésta. Por consiguiente, los puntos de las vocales originales de YHWH no aparecen en el texto bíblico.
Esto le daba al líder de la sinagoga o al lector del texto la indicación para pronunciar Adonai o Elohim en lugar de YHWH. No obstante, según TheJewish Encyclopedia (Enciclopedia judía), la Iglesia Católica posteriormente tomó las consonantes YHWH combinadas con los puntos vocales de Adonai y creó la palabra Jehová , todo ello bajo la influencia de Pedro Galatin, confesor del papa Leo X, sin entender a cabalidad ni el idioma ni el texto hebreo. Aparentemente, Pedro Galatin “fue secundado por el erudito Fagio en el uso de esta palabra híbrida… pero parece que incluso antes de Galatin, el nombre ‘Jehová’ ya era de uso común… Se encuentra en la obra ‘Pugio Fidei’, de Ramón Martí, escrita en el año 1270 d.C.” (“Jehová”, vol. VII, p. 88).

La mayoría de los eruditos hebreos modernos admite que los sonidos exactos de las vocales y la pronunciación de YHWH son muy inciertos. Lo mismo se puede decir de las consonantes, y tanto YHWH como JHVH son posibles variantes. Si algunas personas le aseguran a usted que saben cómo pronunciar estas palabras, debe preguntarles lo siguiente: ¿cómo llegaron a esa decisión arbitraria? Muchos creen que Ya-hweh es una aproximación cercana a la posible pronunciación de esta palabra, pero hasta que Cristo retorne, no vamos a saber su pronunciación exacta. Esta palabra, Yahweh, se basa en un transcripto al griego hecho por algunos padres de la iglesia primitiva, varios siglos después de que se escribiera el Nuevo Testamento. Otros eruditos no están de acuerdo con esto y creen que debe pronunciarse Yaho, Yahwo o Yahu.No hay forma de estar seguros, a menos que Dios nos lo revele. El Nuevo Testamento tampoco preservó la pronunciación debida.

Pronunciación perdida

Los judíos en tiempos de Jeremías conocían la pronunciación de YHWH, ¡pero las ideas de sus falsos maestros los llevaron a creer equivocadamente que YHWH no debía pronunciarse! Convencidos de que YHWH era una palabra demasiado sagrada como para ser vocalizada, dejaron de usarla, y con el paso de los siglos su verdadera pronunciación se perdió por completo. Cuando Jesucristo regrese restaurará todas las cosas, y eso incluye este conocimiento perdido.

Si fuera tan esencial que conociéramos la pronunciación exacta de YHWH, necesitaríamos saber precisamente cómo la pronunció el Creador ante Moisés cuando se le apareció a éste. Incluso Esdras, quien posteriormente editó y compiló los escritos de Moisés, solo debe haber tenido la tradición como fuente de referencia para pronunciar la palabra escrita por Moisés. Incluso hoy en día, los judíos en diferentes partes del mundo pronuncian de distintas formas las vocales hebreas y hasta ciertas consonantes. Jueces 12:6 indica que en aquel entonces había variaciones en los dialectos que se hablaban en la zona ubicada entre el Nilo y el Éufrates.

Si es cierto que la palabra YHWH debe usarse para referirse al Creador, y si es un requisito indispensable para la salvación, entonces Abraham, Isaac y Jacob no podrán estar en el Reino de Dios. De acuerdo a Éxodo 6:2-3, “Habló todavía Dios [Elohim] a Moisés, y le dijo: ‘Yo soy JEHOVÁ.Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente [El Shaddai], más en mi nombre JEHOVÁ [YHWH] no me di a conocer a ellos’”.

El Creador dice claramente que Abraham, Isaac y Jacob no lo conocieron por ese nombre, y al parecer, el nombre YHWH ni siquiera se conocía antes de Moisés.

Si el nombre YHWH era conocido en la sociedad antes de la aparición de Moisés, sería lógico encontrar nombres personales similares al de YHWH antes del tiempo de Moisés, pero ese no es el caso. En cambio, solo se pueden encontrar nombres personales que utilizan El o Shaddai. Algunos ejemplos de ello son Mahalaleel (Génesis 5:12) y Abimael (Génesis 10:28). Otros ejemplos se encuentran en Génesis 28:19; 17:1 y Números 1:6.

Antes del tiempo de Moisés no se encuentra ningún nombre que use Yaho, Yahwo o Yahu, ni ningún derivado de YHWH. Si estudiamos la Biblia cuidadosamente, encontramos que el Creador tiene muchos nombres y títulos y no vemos ninguna restricción ni ordenanza que prohíba traducir esos nombres y títulos a otros idiomas.

En ninguna parte de la Biblia se nos ordena usar exclusivamente la forma hebrea del nombre de Dios; por el contrario, se nos entregan muchos ejemplos positivos de estos nombres y títulos traducidos a otros idiomas. Hay secciones del Antiguo Testamento en las cuales el lenguaje original es el arameo y no el hebreo (Daniel 2:4 al 7:28; Esdras 4:8 al 6:18; y 7:12-26). En ninguna de estas secciones en arameo encontramos las palabras hebreas para denominar a Dios, sin embargo, sí encontramos la forma aramea Elah.

Nombres de Dios en lenguaje común

Si examinamos el Nuevo Testamento, nos encontramos con una situación parecida, pues no aparece en él ningún nombre hebreo, aunque sí los términos griegos Theos (Dios) y Kurios (Señor). Cuando en el Nuevo Testamento se citan pasajes del Antiguo Testamento, la palabra Kurios es reemplazada por lo que en el Antiguo Testamento sería YHWH. Un ejemplo de esto es Mateo 3:3, donde se cita Isaías 40:3.

Lamentablemente, hay quienes presentan argumentos —aparentemente muy rimbombantes— que afirman que el texto del Nuevo Testamento es corrupto (y por consiguiente, no confiable) y que el nombre hebreo del Dios del Antiguo Testamento (YHWH) ha sido eliminado de cada uno de los 5.000 manuscritos del Nuevo Testamento en griego (y también en los más de 8.000 manuscritos del Nuevo Testamento en latín). En la práctica esto hubiera exigido un esfuerzo humanamente imposible, ya que los editores hubieran tenido que recopilar todos estos manuscritos esparcidos por todo el mundo civilizado y eliminar minuciosamente todo rastro del tetragrama hebreo, sustituyéndolo por los términos griego Kurios , que significa “Señor”, y Theos , que significa “Dios”.

Kurios aparece 665 veces en el Nuevo Testamento, y Theos, 1.345 veces. ¡Un trabajo de corrección semejante habría sido digno de Supermán!

Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35). Si el nombre YHWH hubiese sido usado, todavía estaría en los textos del Nuevo Testamento. Una cosa es cierta: la Palabra de Dios no ha sido alterada de esta manera, pero aun cuando eso hubiese sucedido en un texto o en varios de ellos, todavía habría muchos otros manuscritos que mostrarían la versión correcta. A Satanás le encantaría que la gente creyera que el texto del Nuevo Testamento ha sido corrompido, para poder eventualmente destruir la fe en todo lo demás que Dios ha revelado mediante su Palabra.

Aunque el apóstol Pablo hablaba hebreo, no usó el tetragrama YHWH en ninguna de sus 14 epístolas. En Hechos de los Apóstoles 4:10, el apóstol Pedro usa la forma griega Yesous Christos para referirse a Jesucristo. ¡La salvación solo es posible mediante el nombre de Jesucristo! Aquí, la palabra hebreaYehoshua o Yahshua no se usa en absoluto. El Espíritu Santo inspiró estas palabras para que fuesen escritas en griego, no en hebreo.

La Palabra de Dios en ninguna parte dice que es malo que la gente lea la Biblia en su propio idioma, y esto incluye el nombre de Dios.

Tampoco es impropio que la gente se refiera a su Creador en su propio idioma al predicar u orar. La salvación no se basa en un secreto, ni en una palabra o pronunciación misteriosas.
Lo importante es entender el significado del nombre de Dios, no su pronunciación. YHWH significa “el que siempre existe” o “el que siempre vive”. Algunos traducen YHWH como “el Eterno”. A través del Nuevo Testamento vemos que el poder del nombre de Dios era muy evidente.

Pedro sanó a un paralítico ordenándole en el nombre de Jesucristo de Nazaret, “levántate y anda” (Hechos de los Apóstoles 3:6). En el nombre de Jesucristo hay autoridad y poder, y no importa si ese nombre está en español, en griego o en otro idioma. En su nombre, las personas eran sanadas y los demonios echados fuera.

Jesús mismo hablaba arameo (y probablemente griego, porque él era carpintero y el lenguaje de negocios en ese tiempo era el griego). Es lógico concluir que si él hubiere necesitado hablar otro idioma, no hubiese tenido ningún problema al respecto. Los apóstoles fueron inspirados para registrar las palabras y acciones de Jesucristo en griego. Hoy en día los cristianos son bautizados en su nombre, predican su evangelio, tienen el Espíritu Santo y llevan a cabo su voluntad. Todo lo que nuestro Padre Celestial ha hecho en su Iglesia no sería posible en nuestros días si sus líderes se descalificaran por pronunciar mal su nombre en hebreo, y si el pronunciar su nombre correctamente fuese un requisito para la salvación y para complacer a Dios y mostrarle respeto. 

Jesús dijo que él vino para que sus seguidores conocieran a su Padre (Juan 1:18; 17:6, 26). No obstante, a pesar de todo lo que los apóstoles escribieron acerca de Jesús en el Nuevo Testamento, no encontramos ninguna indicación ni referencia a la palabra hebrea YHWH. Jesús reveló a sus discípulos el camino de vida que al Padre le hubiera complacido que siguieran: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).

¿Es la palabra castellana Dios un nombre pagano?

Ciertos grupos que se enfocan en el nombre sagrado como si fuera un tema de crucial importancia, alegan que el uso de la palabra castellana Dios es un pecado. El razonamiento que esgrimen es que como nuestros ancestros usaban la palabra dios cuando se referían a los ídolos, no debe usarse actualmente cuando aludimos a nuestro Creador y Padre Celestial.

La palabra hebrea Elohim, que significa dioses, el reino de Dios, la familia de Dios, se utiliza 240 veces en el Antiguo Testamento para referirse a ídolos y dioses paganos. En dos lugares es traducida como “diosa”. La palabra hebrea El es traducida una vez como “ídolo” y 15 veces como “dios”, refiriéndose a un dios pagano. La palabra hebrea Eloah se usa en cinco ocasiones para referirse a dioses paganos. Esdras y Nehemías fueron inspirados a usar 16 veces la palabra aramea Elah para aludir a dioses paganos de los pueblos de habla aramea.

Considerando todos estos hechos, y valiéndonos de la misma lógica que usan los grupos “del nombre sagrado” para afirmar que la palabra Dios es pagana y que su uso es pecado simplemente porque nuestros antepasados la usaban para referirse a dioses paganos, podríamos decir que también es pecado usar cualquiera de los nombres hebreos o arameos para nuestro Creador que hemos mencionado anteriormente. ¡Sin embargo, Dios permitió que sus profetas del Antiguo Testamento usaran la misma palabra para referirse a él y también a los ídolos paganos!

Pablo afirmó que las personas “no aprobaron tener en cuenta a Dios” (Romanos 1:28) y que “cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (versículo 23), y la historia bíblica comprueba este hecho.

Otros nombres

Tal vez la evidencia más sólida en contra de la teoría del nombre sagrado que encontramos en el Nuevo Testamento, sea el hecho de que en el día de Pentecostés todos los presentes entendieron la predicación en su propio idioma (Hechos de los Apóstoles 2:4-12). Ello significa que mientras Pedro hablaba y usaba el nombre de Dios, cada uno de los oyentes lo escuchaba en su propio lenguaje.

El apóstol Pablo fue inspirado a traducir la palabra hebrea YHWH al término griego Theos. Los otros sinónimos de Creador que se usan en el Nuevo Testamento son Logos, que significa La Palabra; Kurios, que significa Señor; Christos, que significa Cristo o el Ungido; y Yesous, que significa Jesús.

Pero en ningún manuscrito del Nuevo Testamento aparecen las palabras hebreas equivalentes a Dios. Algunos argumentan que la palabra griegaYesous, que significa Jesús, se deriva del dios pagano griego Zeus, pero esto es un error. En cambio, la palabra griega Zeous y la palabra romana Jove podrían derivarse de los términos hebreos YHWH o JHVH. Los griegos y otros pueblos paganos no querían retener a Dios en su conocimiento.

Ellos tomaron los nombres de Dios y se los dieron a sus ídolos. Por supuesto, ya sabemos que los antiguos pueblos de habla hebrea hicieron lo mismo al llamar a sus ídolos El, Ba’al o Ba’el. Algunos simplemente eran llamados “el Elohim”. ¡El nombre Jesús o Yesous puede haberse derivado perfectamente de YHWH!

Es interesante destacar que los griegos se preocupaban mucho por la forma en que debían referirse a Zeus, su dios principal. Ellos creían que sus adoradores debían mencionar cada uno de los 53 nombres de Zeus cuando le oraban, porque de lo contrario, él no respondía a sus peticiones.

La correcta pronunciación de los nombres divinos parece haber sido muy importante en el paganismo.

Jesús oró en el nombre del Padre para que el Padre guardara a quienes él había entregado a Jesucristo. En español, el nombre de la familia del Padre es Dios. En griego es Theos. Doce veces en el Antiguo Testamento se afirma que el nombre de la Iglesia es Iglesia de Dios (Theos). Jesucristo dijo muchas veces que él había venido en el nombre de su Padre.
Antes de aceptar las teorías de quienes afirman que es erróneo usar cualquier nombre que no sea YHWH, o que la salvación únicamente es posible si uno usa correctamente determinado nombre, debemos admitir la abrumadora evidencia contenida en el Nuevo Testamento que comprueba exactamente lo contrario.

Ken Graham
Graduado del Colegio Ambassador y Universidad de West Coast University. Ha estudiado la Biblia en griego en Calvin College. Actualmente pastorea tres congregaciones en Illinois.
Escribe artículos, investigar sobre ellos, los edita. Es maestro en el Centro Bíblico Ambassador (ABC).

2 comentarios:

  1. hay muchas cosas que se contradice el texto Yashua vino a la casa de israel lo leemos en la palabra lo que dudo la intencion y el concimiento del griego en Yahshua aparte aparte el agregado de los masoretas de vocales para pronunciar el Tretragramaton no son fidelignas por que los masoretas son mucho despues del exilio de Babilonia tampoco hay base firme de que el nuevo testamento se haya escrito primeramente en griego por que las primeras comunidades no fueron griegas sino judios de la diaspora y cuando a los judios de la diaspora se escribia de lo concerniente a la religion se les escribia en hebreo

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  2. tambien quiero que me expliquen lo de la teologia de la Negacion surgida en el tiempo de los apologetas en el reinado de Constantino

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