Doctrinas de la Gracia

13 oct 2022

La cruz de Cristo desde un evangelio humanista



El cristianismo hoy día, en su mayoría está escuchando la predicación de un evangelio humanista, antropocéntrico (hombre como centro) que distorsiona por completo lo que significó el sacrificio de Cristo en la cruz. No solo lo distorsiona, así mismo lo desprecia, lo devalúa, lo minimiza, lo pisotea. Así mismo, este evangelio le quita el señorío a Cristo y le arrebata a Dios su soberanía y su justicia, para trasladar todo ello al hombre. 

En el sacrificio de Cristo en la cruz hubo propiciación, expiación, redención, sustitución, justificación, remisión de pecados, adopción, santificación y glorificación.

Vamos a hacer un paralelo mostrando el significado de cada una estas doctrinas tanto en el evangelio bíblico y Cristo-céntrico frente al equivocado evangelio humanista.

PROPICIACIÓN

Evangelio Cristo-céntrico. La muerte de Jesús en la cruz significó propiciación. Al tomar como suyos nuestros pecados, Cristo recibió toda la ira del Padre, que estaba destinada a nosotros porque Dios es Santo y aborrece el pecado.

Evangelio humanista. La propiciación es obra del hombre y no de Cristo en la cruz. El Padre solo calma su ira con el hombre pecador, cuando este último lo desee. Aquí no solo Cristo es despreciado en su soberanía, también lo es el Padre quien debe calmar su ira, no en el momento de la cruz, sino en el momento que el hombre lo decida.

EXPIACIÓN

Evangelio Cristo-céntrico. En el antiguo testamento la expiación consistía en el cubrimiento de los pecados de los Israelitas con la sangre de un cordero sacrificado. que sustituía los hombres pecadores. El sacrificio del cordero era simbolo mesiánico y sombra de los que habría de venir. Esta expiación con animales cubría solamente los pecados del pueblo escogido de Dios (Israel), no de toda la humanidad. A partir del nuevo Pacto y con la muerte de Cristo en la cruz, este sacrificio de animales quedá anulado para los cristianos, pues Cristo expía (cubre), por una sola vez y para siempre, el pecado del hombre con la sangre derramada en su sacrificio en la cruz, donde tomó nuestro lugar. Es una expiación eficaz por que Jesús murió por un numero exacto de personas (ni uno más, ni uno menos) dadas a él por el Padre desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1: 4).

Evangelio humanista. La expiación en la cruz es universal. Cristo murió y cubrió el pecado de toda la humanidad, y su sacrificio lo hace eficaz el hombre cuando toma la decisión de seguirlo. O sea que la eficacia del sacrificio no reposa en Cristo. La eficacia de la expiación es mérito del hombre. 

Tenemos un error aqui: Si los hombres ya fueron expiados (sus pecados ya fueron cubiertos) pues no sería necesario que se decidieran por Cristo, ya Cristo decidió por ellos al hacerlos justos ante Dios, con la expiación de su sacrificio en la cruz, lo cual confirma que realmente es a traves de Cristo y solo a traves de él, que Dios concede la Gracia de la salvación. 

Y aqui también hay una gran contradicción. Si Cristo expía (cubre) el pecado a toda la humanidad, el Padre, como justo juez estaría obligado a justificar a toda la humanidad. Todos los hombres pasarían de justos a adoptados como hijos de Dios y de adoptados pasarían a santificados. No habría nadie en el infierno y toda la humanidad iría al cielo. Pero en la realidad pasa exactamente lo contrario, la mayor parte de la humanidad va al infierno. 

REDENCIÓN

Evangelio Cristo-céntrico En el sacrificio de Cristo en la cruz hay redención porque nos compró y nos liberó de la esclavitud del pecado. La palabra redención en el judaísmo antiguo significaba comprar la libertad de un esclavo. Esto hizo el Señor al morir por nosotros. Cristo con su sacrificio en la cruz pagó con su sangre el precio de la libertad del pecado de aquellos dados a él por el Padre. (Juan 10: 27-29)

Evangelio humanista. El equivocado evangelio humanista dice que la mayoría de los esclavos rehúsan ser comprados y libertados, convirtiendo la perfecta redención de Cristo en redención fallida. También argumenta esto, que algunos no rechazarán la compra y la aprobarán. Decidirán aceptarla. En el judaísmo antiguo, en la compra y venta de esclavos, estos no tenían posibilidad de opinar, de escoger, de hablar siquiera. Pero este erróneo evangelio concluye que es el esclavo el que finalmente da “el visto bueno” a la compra. Igual que en la expiación, en esta redención el hombre es el que la hace eficaz y deja a Jesús, nada soberano, y rogando para que el esclavo le acepte como su Señor.

SUSTITUCIÓN, REMISIÓN JUSTIFICACIÓN.

Evangelio Cristo-céntrico El sacrificio de Cristo en la cruz significó sustitución y justificación porque Él tomó nuestro lugar (sustituyéndonos) a nosotros, pecadores y culpables, y nos hizo justos a los ojos de Dios. En términos legales y tomando un tribunal como ejemplo sería: El juez supremo (Dios) exige justicia porque es un juez JUSTO. El acusado (el hombre) debe pagar (condenación eterna) por su delito (pecado). El abogado (Cristo) se ofrece ante el juez como sustituto del hombre (al morir por él) para pagar por su delito. El juez es satisfecho en su justicia a través del sacrificio del abogado y decide perdonar al hombre y declararlo justo ante su tribunal. 

En la cruz hay remisión (envío) de nuestros pecados que son perdonados y enviados a lo profundo del mar (olvidados por Dios). Volviendo al ejemplo del tribunal, el juez borra (remite-envía lejos o desaparece) el delito del expediente del acusado, absolviéndolo y lo imputa al abogado (Cristo)

Evangelio humanista. El juez (Dios) no tiene autoridad sobre su tribunal, pues en este evangelio el que manda es el hombre y entonces la autoridad es traslada a él. El decide si acepta o no el ofrecimiento de su abogado (Cristo), de sustituirle. Es el hombre quien da el veredicto final. Y él, en calidad de acusado es quien dictamina que su delito debe ser remitido y se declara justo a sí mismo. Un tribunal bastante extraño, que no tiene antecedente en la historia de la humanidad, pero que si existe en un escenario donde el hombre es el centro del universo.

ADOPCIÓN.

Evangelio Cristo-céntrico La adopción significa que gracias a Cristo somos adoptados por el Padre eterno como sus hijos. el redimido y justificado adquiere su condición de hijo de Dios.

Evangelio humanista. Aun en este tergiversado evangelio humanista, la adopción es posterior a la expiación, redención, sustitución, remisión y justificación. Por lo tanto, el hombre que DECIDE seguir a Cristo, se considera a si mismo hijo de Dios. O sea que la adopción no está condicionada a que el candidato a la adopción se encuentre entre los redimidos por Cristo en la cruz (como está en la biblia). En este evangelio la adopción está condicionada a que el candidato acepte. Podríamos pensar que esto es justo, aun en el mundo, y que las leyes humanas tengan en cuenta la opinión del niño en los procesos de adopción. Sin embargo, bíblicamente solo el redimido y justificado adquiere su condición de hijo de Dios.

SANTIFICACIÓN Y JUSTIFICACIÓN

Evangelio Cristo-céntrico Cristo, con su muerte en la cruz nos hace salvos, lo que significa santificación en la tierra y glorificación en el cielo.

Evangelio humanista. Los hombres declarados por sí mismos justos y habiendo avalado ellos mismos, hacerse hijos de Dios, pues se santifican y se glorifican a sí mismos. La Santidad en la tierra y la glorificación eterna en los cielos, es mérito suyo.

Cesar Angel

Octubre 13 de 2022

Puede hacer uso del presente mensaje, con fines pedagógicos, sin aimo de lucro y citando al autor y la fuente Evangelio primitivo

 

 

 

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