La palabra templo tiene un significado y una importancia sustancial en la Biblia. El vocablo latín templum era el equivalente del término hebreo beth Elohim y significaba "la morada de Dios". Inicialmente la morada de Dios era el tabernáculo que era una carpa grande que montaban y desmontaban mientras los judíos fueron nómadas o errantes.
Posteriormente Dios le encargó la construcción del Templo a David quien no pudo construirlo por castigo a su pecado. Le correspondió construirlo a su hijo Salomón. Este templo fue destruido en la Invasión Babilónica liderada por Nabucodonosor (587 a.C.). El segundo templo lo construyó Zorobabel y después de ser saqueado y atacado varias veces, fue reconstruido por Herodes el Grande (1 a.C). Finalmente, este también fue destruido en la guerra de insurrección de Judea contra los romanos en el año 70 d.C. siendo emperador Tito.
El Templo era la casa de Dios y era el centro de la vida religiosa judía. En el antiguo pacto Dios no moraba en los creyentes. Ellos, los judíos, lo buscaban en el Templo en el que se adoraba al Creador, se hacían los sacrificios y holocaustos que eran gratos a Dios.
La ley de Moisés contemplaba gran número de leyes ceremoniales para todo lo concerniente al templo. Se encargó el sacerdocio y la administración del Templo al pueblo Levita.
En el templo, separado por un velo, estaba el lugar santísimo - el lugar terrenal donde moraba la presencia de Dios- al cual solo ingresaba el sacerdote principal una vez al año para entrar ante la presencia de Dios por todo Israel y hacer expiación por sus pecados.
En el mismo momento de
expiración de Jesús en la cruz, se rasga el velo del templo lo que significa
que Su sacrificio, el derramamiento de Su propia sangre, fue una expiación
suficiente por los pecados para siempre. Ahora significa que el camino para el
Lugar Santísimo fue abierto para toda la gente de todos los tiempos, tanto
judíos como gentiles.
Por eso a partir del nuevo pacto, en Hechos 2, el día de pentecostes, nuestro cuerpo es el templo donde habita el Espíritu de Dios. Ya no mas templo construido de manos humanas.
Cuando Jesús murió, el velo se rasgó en dos, y Dios se mudó de ese lugar para no volver a morar en un templo hecho por manos humanas (Hechos 17:24). Dios terminó con ese templo y su sistema religioso, y el templo y Jerusalén quedaron “desolados” (destruidos por los romanos) en el año 70 d.C. justo como Jesús había profetizado que sucedería en Lucas 13:35.
En tanto que el templo permaneció, significó la continuación del Antiguo Pacto. Hebreos 9:8-9 se refiere a la era que aún estaba por desaparecer, mientras el Nuevo Pacto estaba siendo establecido (Hebreos 8:13).
En un sentido, el velo era un simbolismo de Cristo Mismo, como el único camino hacia el Padre (Juan 14:6). Esto está simbolizado en el hecho de que el sumo sacerdote tenía que entrar en el Lugar Santísimo a través del velo. Ahora Cristo es nuestro mayor y supremo Sumo Sacerdote, y como creyentes en Su obra terminada, nosotros participamos de Su mejor sacerdocio.
Nosotros podemos
entrar ahora en el Lugar Santísimo por Él. Hebreos 10:19-20 dice que los fieles
entran confiadamente al santuario “… teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos
abrió a través del velo, esto es, de su carne”. Aquí vemos la imagen de la
carne de Jesús siendo rasgada por nosotros, así como Él rasgó el velo por
nosotros.
Dada la importancia que tiene
para los cristianos el hecho de que el templo dejó de ser la casa de Dios y
perdió su razón de ser, no usamos dicha palabra para llamar o nombrar el lugar
donde se reúne la Iglesia visible de Cristo. La iglesia local.
La Iglesia invisible es el
cuerpo de Cristo. La iglesia invisible de Cristo está compuesta por todos los
creyentes salvos, nacidos de nuevo, desde todos los tiempos. Los integrantes
vivos de la iglesia invisible de Cristo se reúnen en las iglesias locales
(iglesia visible) y solo el Señor los distingue. Nosotros no sabemos quién es
salvo y quien no lo es. Pero en la Iglesia local puede que todos no sean
pertenecientes a la Iglesia invisible de Cristo.
Y aunque todos sabemos que
Iglesia son las personas, al lugar donde se congregan a adorar al Señor también
se le llama Iglesia. Y en el nuevo testamento para distinguir las iglesias
locales decían el lugar o el nombre de una persona: La Iglesia de Antioquia
(Hechos 11; 19), La Iglesia en Jerusalén (Hechos 11:22), Iglesia en Cencrea
(Romanos 16: 1), La Iglesia de la casa de Priscila y Aquila (Romanos 16: 5),
Iglesia de Galacia (1 Corintios 16:1), Las 7 iglesias en Apocalipsis 2.
En el nuevo pacto, el templo
es Cristo (Juan 1: 14). y nosotros somos el templo de su Espíritu Santo (1
Corintios 6: 19). La iglesia visible de Cristo se congrega (se reúne) y se
constituye en Asamblea, en Iglesias locales, a las cuales no se les llama templos.
Y como llamarle al edificio donde se realiza la Asamblea de creyentes?
Pues simplemente no se necesita nombrarlo. Cuando se dice, por ejemplo: La Iglesia Bautista Evangelio y Verdad de Cali, nos referimos a los creyentes reunidos como Iglesia local de Cristo que le han colocado un nombre a su Iglesia para distinguirla de otras Asambleas de creyentes de la ciudad de Cali, Colombia.
Cesar Angel
Puede hacer uso de este escrito sin ánimo de lucro y citando al autor y a la página Evangelio primitivo como fuente.
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