1. ¿Quiénes eran ellos?
La
palabra “apóstoles” literalmente quiere decir mensajeros, enviados o delegados.
No cualquiera podía ser apóstol simplemente por voluntad propia; tenían que ser
personalmente elegidos para esa investidura por el Señor Jesucristo. "Y
cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los
cuales también llamó apóstoles" (Lucas 6:13). Todos eran
hombres; ningún apóstol era mujer.
2. Requisito principal e ineludible.
Según el libro de Hechos
1:21-22, un apóstol tenía que ser un testigo ocular de Cristo a lo largo de
todo su ministerio público incluyendo la etapa posterior a su resurrección.
3. Quien los nombró?
A la iglesia del Nuevo Testamento se le permitía nombrar diáconos (Hechos 6:5) y constituir ancianos (Hechos 14:23), pero no podían nombrar apóstoles.
El nombramiento de apóstoles
venía directa y únicamente de Cristo. Aun en el primer capítulo de Hechos la
decisión final para sustituir a Judas Iscariote fue dejada en manos del
Señor. "Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones
de todos, muestra cuál de estos dos has escogido" (Hechos
1:24).
También nos damos cuenta que
en el Nuevo Testamento la misma palabra griega “apóstoles” se utiliza para
describir a algunos hombres elegidos por las iglesias como mensajeros para llevar información o ayuda de
una iglesia a otra. (Ver 2Cor. 8:23; Fil. 2:25; Hechos 14:14). Sin embargo, no
debemos confundir a estos últimos con los doce personalmente elegidos por
Cristo como sus apóstoles.
Pablo gozó de un apostolado
único. Aunque no había seguido a Cristo durante su ministerio público, vio
efectivamente a Cristo resucitado y fue especialmente nombrado por El, tal como
lo afirma en Gálatas 1:1, "Pablo, apóstol (no de hombres ni por
hombre, sino por Jesucristo ...). De nuevo Pablo explica, y al último de todos,
como a un abortivo, me apareció a mí." (1 Cor. 15:8).
Cristo llamó a Pablo aun
cuando la época de nombrar apóstoles había concluido. Nótese que Pablo fue el
último de todos sobre la tierra en ver al Señor de una manera visible como
testigo ocular de su resurrección. Nadie ha visto a Cristo de igual manera
desde la experiencia de Pablo. Es así como Pedro pudo suponer que ninguno de
sus lectores había visto al Señor: "A quien amáis sin haber
visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable
y glorioso" (1 Pedro 1:8). Ninguno de los así llamados
apóstoles hoy en día, cumple con estos requisitos bíblicos.
4. Su propósito:
Según Efesios 2:20 correspondió a los apóstoles desempeñar un papel fundamental y especial en el desarrollo inicial de la iglesia neotestamentaria: edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo (Efesios 2: 20)
Este papel incluía al menos tres funciones:
En primer lugar, estos hombres eran testigos indiscutibles de la resurrección de Cristo, ya que todos ellos habían visto personalmente al Señor en su cuerpo resucitado.
En segundo lugar, a ellos fue revelado el misterio de la economía del Nuevo Pacto: la iglesia, compuesta a la vez de judíos y de gentiles (Efesios 3:1-10).
En tercer lugar, ellos recibieron la inspiración para escribir la Santa
Escritura infalible, que pudiera ser leída por todas las generaciones
venideras. Cada libro del Nuevo Testamento fue escrito ya sea por un apóstol o
por alguien directamente relacionado con un apóstol. Un poco antes de su
muerte, el último apóstol sobreviviente nos dice que este aspecto de su trabajo
fue completado de una vez y para siempre (Apocalipsis 22:18-19). A partir de
entonces no ha habido revelaciones inspiradas o genuinas.
5. Su duración y vigencia.
El ministerio de apóstol fue de duración limitada debido a que su labor estaba limitada al período del establecimiento de los fundamentos de la iglesia.
Los fundamentos se ponen una vez únicamente, y a partir de ellos se construye los demás; no ponemos fundamentos de manera repetida y sin término.
No hay lugar para apóstoles hoy día, porque los fundamentos fueron puestos hace mucho tiempo. El cristianismo bíblico ha construido sobre esos fundamentos durante aproximadamente 2000 años.
Es una locura completa y arrogancia descarada
atreverse a compararse con Pedro y Pablo y adoptar el título de apóstol hoy en
día.
El galardon de los 12 apostoles en la eternidad
Y el muro de la ciudad tenía
doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del
Cordero. (Apocalipsis 21: 14)
Tampoco hay lugar en los cimientos de la Nueva Jerusalen para apostoles de hoy día.
Cesar Angel
15 mayo 2022
Puede hacer uso pedagogico de este estudio, mencionando la pagina y el autor.
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