Monumento a los Pre-reformadores en la ciudad de Worms |
Los Pre-reformadores fueron cuatro hombres que labraron el camino de LA REFORMA PROTESTANTE. Conozcámoslos
Sabemos que fue Martin Lutero
quien prendió “la mecha” de LA REFORMA, cuando el 31 de octubre de 1517 clavó
en la puerta de la capilla de Wittenberg, las 95 tesis que desnudaban todas las
equivocadas y engañosas prácticas de la iglesia de Roma
Unos años después, en la ciudad
de Worms, hace 500 años, ocurrió uno de los sucesos más destacados en la
historia del protestantismo. Martín Lutero se enfrentó a un grupo de clérigos y
nobles católicos, y al propio emperador Carlos V en la defensa de sus escritos
y sus posiciones. Se le exigía que se retractará de lo escrito en las “95 tesis”.
La Dieta de Worms, como se conoce este histórico encuentro, no llevó a ninguna
parte, y Lutero tuvo que huir para luego ser rescatado por su protector,
Federico III de Sajonia.
Lutero en la dieta de Worms |
En esta ciudad de Worms se
levantó en 1868 uno de los mayores monumentos a la Reforma iniciada por Lutero.
El monumento consta de doce estatuas y ocho medallones de las figuras más
importantes de la Reforma. Lutero en el centro, y abajo, alrededor suyo, las
estatuas de cuatro personajes considerados como “pioneros” de la Reforma en
Europa: Pedro Valdo, John Wycliffe, Jan Huss y Girolamo Savonarola.
Los cuatro exaltados en este
monumento, fueron muy diferentes y provenían de distintos y variados lugares.
Vivieron en tiempos y en contextos diferentes. Pero los cuatro coincidieron en
la inspiración, trabajo, entrega y legado en la defensa del verdadero
evangelio, mancillado por la iglesia de Roma. Quizá la Reforma protestante no
se habría dado, o al menos no en las condiciones en las que se dio, sino
hubiese estado precedida de la labor de estos 4 valerosos cristianos.
Pedro Valdo
Muchos detalles sobre Pedro Valdo
no se saben, incluyendo su nombre, fecha y lugar de nacimiento, en otros muchos
aspectos de su vida. Lo que sí sabemos es que, en 1170 Valdo era un mercader
muy rico y conocido en la ciudad de Lyon, Francia. Tenía una esposa, dos hijas,
y muchas propiedades.
Pero hubo un hecho que marcó su
vida. Hay quienes dicen que fue testigo de la muerte de un amigo, otros dicen
que escuchó un canto espiritual de un cantor callejero. Lo que sea que haya
sucedido, causó en Valdo una conmoción profunda sobre su estado espiritual. Lo
primero que decidió hacer fue leer la Biblia, pero como solo existía la Vulgata
latina (biblia de la iglesia de Roma) y su latín era pobre, contrató a dos
eruditos para que la tradujeran a su idioma.
Luego buscó consejo espiritual de
un sacerdote, quien lo dirigió a la historia del joven rico en los Evangelios.
Valdo entonces decidió dar todo lo que tenía a los pobres y, desde ese momento,
determinó vivir en completa dependencia de Dios.
Comenzó a predicar con su Biblia
en las calles de Lyon, especialmente a los pobres. Muchos se convirtieron y,
para el año 1175, ya contaba con un grupo de seguidores, que también se
deshicieron de sus posesiones y comenzaron a predicar. La gente comenzó a llamarlos
“los pobres de Lyon”. Al crecer el grupo y convertirse en un movimiento, se
esparció por Francia y otras partes de Europa, y fueron llamados “valdenses”.
Mientras más estudiaba Valdo las
Escrituras, más se preocupaba sobre ciertas doctrinas, prácticas y estructuras
de gobierno de la Iglesia. Las autoridades católicas no estaban contentas con
la predicación de este desconocido hombre y terminaron por excomulgarlo.
Después de la muerte de Pedro Valdo en el año 1205, el Movimiento valdense
continuó creciendo.
John Wycliffe
Nació en el interior de
Inglaterra, en una granja de ovejas a 200 millas de Londres. Ingresó a la
Universidad de Oxford en 1346. En pocos años ya era considerado el principal
filósofo y teólogo de la institución. En 1374 se convirtió en rector parroquial
de Lutterworth.
Mientras tanto, Roma había
exigido apoyo financiero de Inglaterra. John Wycliffe aconsejó que no se le
diera apoyo a la Iglesia. Argumentó que la iglesia ya era demasiado rica y que
Cristo llamó a sus discípulos a la pobreza, no a la riqueza. Tales opiniones
metieron a Wycliffe en problemas y lo obligaron a responder por cargos de
herejía. Tres meses después, el Papa emitió cinco edictos eclesiásticos contra
Wycliffe, en los que fue acusado de 18 cargos y se le llamó "maestro de
los errores".
Pero Wycliffe estaba dispuesto a
defender sus puntos de vista. Aunque esto no le agradó a Roma, el asunto nunca
tuvo consecuencias, pues había problemas al interior de la Iglesia y la
popularidad de Wycliffe en Inglaterra era muy grande.
Wycliffe siguió estudiando las
Escrituras y escribió más acerca de sus conflictos con la enseñanza oficial de
la iglesia. También empezó a traducir la Biblia al inglés. Murió en 1384 antes
de que la traducción se completara y antes de que las autoridades pudieran
condenarlo por herejía. 43 años después de su muerte, los oficiales ingleses
desenterraron su cuerpo, quemaron sus restos y arrojaron las cenizas al río
Swift. Aun así, no pudieron deshacerse de él. Las enseñanzas de Wycliffe,
aunque obstaculizadas, continuaron extendiéndose.
Jan Huss
Jan Huss nació en el reino de
Bohemia alrededor de 1369. Nacido en una familia pobre, entró en el sacerdocio,
buscando prestigio y una mejor vida. Llegó a ser un reconocido predicador, pero
pasó mucho de su tiempo sirviendo en la academia como decano de la facultad de
filosofía de Praga.
Prontamente, empezó a predicar
“sermones violentos” en contra de la iniquidad rampante del clero, lo que lo
llevó a ser reportado al arzobispo. Mientras Huss leía las Escrituras y veía a
los papas de su época abusar de su poder, concluyó que la autoridad papal no
era final. Él necesitaba un fundamento más firme que aquel construido sobre la
paja de las opiniones de los hombres, sin importar cuán respetados fueran.
Su entendimiento de la autoridad
final de las Escrituras fue encendido en la medida que él leía las obras
condenadas de John Wycliffe. Argumentó firmemente contra las indulgencias,
abogó por que se sirviera tanto el pan como el vino en la comunión, y predicó
en el lenguaje común en vez del latín.
Su vínculo con las enseñanzas de
Wycliffe lo llevó a ser excomulgado, a ser juzgado como hereje y a ser
condenado a la hoguera en 1415. Luego de su muerte, Bohemia se escandalizó. Sus
seguidores se rebelaron contra Roma en una protesta violenta que duraría más de
una década.
Girolamo Savonarola
Nació en una familia adinerada en
Ferrara, Italia, en 1452. Aunque sus padres querían que estudiara medicina, él
tomó a los 23 años la decisión de unirse a la orden dominicana. Como joven
fraile, profundizó en las obras de Tomás de Aquino y en las Escrituras.
Savonarola llegó a Florencia en
1490, ya reconocido por su amplio conocimiento. Sin embargo, fue su predicación
la que lo llevó al centro de la reforma y política florentina. Frecuentemente,
desde la catedral en Florencia, Savonarola predicaría a miles en el idioma de
las personas y no en latín, usando poderosas imágenes y el lenguaje sencillo de
las Escrituras. Enseñó la Gracia salvadora de Cristo con potencia bíblica
mientras ofrecía severas críticas a las prácticas inmorales de líderes
políticos y eclesiásticos.
De 1494 a 1498, Savonarola
fomentó un dramático cambio político y social en Florencia. Su predicación se
volvió mucho más profética. Hacia la cúspide de estos cambios, organizó a los
jóvenes de Florencia para modelar e incitar una reforma, haciendo varias
“Hogueras de Vanidades” en las que se quemaban objetos que se consideraban
pecaminosos. Finalmente, Savonarola fue excomulgado por el papa Alejandro VI, a
quien tanto criticó. Fue juzgado y quemado en la hoguera en 1498.
Unidos por la misma lucha
Estos pre reformadores tenían
muchas cosas en común y un mismo espíritu.
Todos condenaron la inmoralidad
de la iglesia. Valdo, Wycliffe y Huss condenaron la doctrina de las
indulgencias. Todos condenaron los abusos del papa de Roma y del clero en
general. Todos fueron excomulgados por la iglesia de Roma debido a sus
posturas, y dos de ellos, Huss y Savonarola, ardieron en la hoguera. Ninguno de
los cuatro personajes se retractó de sus posiciones. Tanto valdenses, como
lolardos y husitas, posteriormente se unieron al protestantismo. Pero el hecho
más relevante es que todos rescataron la autoridad de las Escrituras y la
predicaron en la lengua del pueblo, en un tiempo en el que hacerlo era muy
peligroso.
Wycliffe tuvo una influencia muy
grande sobre Huss. Muchos consideran que Huss fue seguidor de las ideas de
Wycliffe.
La influencia de estos personajes
sobre Martín Lutero también fue relevante.
Aunque Lutero rechazó
inicialmente las ideas de John Huss, finalmente dijo “Todos somos husitas sin
saberlo”. Lutero admiró a Savonarola y encontró inspiración en su vida. Lutero
siempre creyó que, al defender sus ideas, terminaría en la hoguera como Huss y
Savonarola. Pero Dios cambiaría la historia y Lutero vivió para ser el primer
reformador.
Editado por Cesar Angel-Evangelio
Primitivo de una publicación de BITE
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