Ya no soy pentecostal. La verdad me fue revelada!

Tengo más de treinta años en el ministerio como Pastor y 44 años en la FE, fui un pentecostal un poco extraño, me acusaban de ver muchas cosas malas, que para mí no estaban bien o decían que para mí todo era malo. Nunca recibí el “bautismo” del Espíritu Santo, tampoco hable en “lenguas”.

Me acusaban de juzgar todo, en reunión de pastores sentía que no pertenecía a ese lugar, muchas veces me preguntaba que no era posible que yo estuviera en lo cierto y todos los que me rodeaban estuvieran equivocados.

Estudié en el seminario de las Asambleas de DIOS y también con los metodistas pentecostales, también disentía lo que veía. Mi esposa y mis dos hijos (hembra y varón) también estudiaron teología igual que yo, con ellos.

Todos los  “profetas y profetizas” que conocimos en calidad de miembros de la Iglesia, todos eran falsos incluyendo los pastores con sus “Dios me dijo”. Visiones, sueños, profecías, nada de eso se cumplieron o fueron verdaderos!

En ese entonces, oraban por mí o asistía a un culto donde oraban para ser bautizado por el Espíritu Santo.

Siempre salía molesto, no recibía absolutamente nada!

Hubo un tiempo que oraba mucho y practicaba el ayuno, a veces tres días seguidos, una vez siete días y la última nueve días, siempre continuos, solo tomaba agua. Hice un ayuno como el de Daniel, solo verduras y frutas por diez días.

El ayuno lo enseñé a la primera Iglesia que EL SEÑOR me permitió fundar, tres días seguidos, tres veces al año y todos los domingos.

También les enseñé a leer la Biblia completa todos los años. Actualmente, eso lo sigo enseñando.

Como evangélico y como Pastor fui muy inmoral, lamentablemente destruí dos congregaciones (las dos fundadas por mí, por la misericordia de Dios) por mi inmoralidad.

Soy un ejemplo da la GRACIA inmerecida y del Amor más sublime, insondable de CRISTO, e inmerecido hacia mí. No perdí mi familia ni el ministerio, todavía me pregunto y me sobrecoge por qué? Debería estar muerto o sin familia y sin ministerio.

Cuando leo a Pablo, que se considera el peor pecador, me digo que él no me ha conocido, soy o fui el más perverso! Yo mismo me llamó el Pastor miserable!

Hace casi dos décadas, EL SEÑOR me permitió fundar la tercera congregación que actualmente pastoreo, muchas veces quise renunciar, me parecía una locura seguir pastoreando, nunca pude separarme del ministerio.

Si hay un Pastor que está leyendo este escrito, con una situación parecida espero le sea de esperanza y motivación. Fui condenado, juzgado, señalado, etc.

Con el tiempo, tuve el conocimiento que un número considerable cayeron en lo mismo y hasta se divorciaron para casarse con otra mujer, hermana de la congregación.

Hace aproximadamente cinco años, vi un libro en casa de una hermana que visitamos mi esposa y yo; lo había comprado por Amazon. Siempre fui un asiduo lector, comencé a ojearlo, se lo pedí prestado a la hermana, un mes después le dije en broma “lamentablemente no voy a devolverle el libro” e igual todavía lo conservo.

El libro: Fuego extraño de John MacArthur!!

Es EL ESPÍRITU SANTO Quien abre el entendimiento. Lo leí cerca de cuatro veces seguidas, al principio tuve temor, me preguntaba “y si de alguna forma ofendo al ESPÍRITU SANTO?”

Comencé a compartir con mi esposa y mis hijos lo “revelado”, estuvieron renuentes al principio, hoy comparten totalmente la nueva doctrina conmigo, no es que sea nueva, sino la que consideramos genuina.

Tengo la ventaja de tener en la congregación el 98% de hermanos convertidos conmigo y todos, aun los que llegaron de otras congregaciones pentecostales, tienen la misma convicción en cuanto a la verdadera doctrina de CRISTO y la de los apóstoles.

Apenas estoy gateando con las cinco solas y le digo a mi esposa: hay mucho que aprender!

Soy un acérrimo enemigo de la apostasía, aún como pentecostal la denunciaba, Bueno en mi escaso conocimiento.

Hoy, he comprobado que, si, todos los pentecostales que conocí están equivocados, en mi poca luz, tenía la razón de ver todo mal.

Ciertamente hay verdaderos siervos entre los pentecostales y EL SEÑOR los sacará del error, debemos orar por ellos.

Existe un gran problema en esa denominación, cuando uno pertenece a ella, todo lo que le rodea, todo lo que escucha, a todo el que uno conozca, todas las actividades, todo lo que uno ve, es puro pentecostalismo, Ud. nunca oirá algo diferente.

Pido disculpa por lo extenso de mi escrito, mi intención es ser de ayuda a los que son ministros dentro del mundo de oscuridad de la denominación pentecostal, que se concedan el beneficio de la duda y pidan al ESPÍRITU DE CRISTO, les ilumine para entender lo que ya ha sido revelado y no buscar nuevas revelaciones que no existen.

Gracia y Paz para los salvados desde antes de la fundación del mundo!

Frank Espinoza