No todo lo que produjo el Covid19 es malo o negativo.
A pesar del dolor por las personas fallecidas y la recesión económica que
tiene a muchos pasando trabajos para comer y subsistir, lo cual es el alto
costo que la humanidad está pagando, hay cosas por rescatar en medio de la
pandemia.
EL RECOGIMIENTO FAMILIAR. El que sean vean las caras, así sea por
obligación, los miembros de miles de familias separadas en su propia casa por
los compromisos laborales, sociales, culturales, académicos, etc. Los grandes
beneficiados han sido los niños que ahora tiene más tiempo con sus padres. La
sociedad está cambiando el estrés de la vida cotidiana citadina, por la quietud
del hogar. Esto se reflejará en el mejoramiento de la salud mental de las
personas, a pesar de las circunstancias en contra como la depresión por el
aislamiento social o la violencia intrafamiliar que se generará por la
convivencia permanente.
CUIDADO DEL ADULTO MAYOR. Se priorizó el cuidado de los ancianos por parte
de Estado, de las autoridades sanitarias y de la misma familia. Situación que
antes de la pandemia brillaba por su ausencia en una gran cantidad de países.
RESPIRAN LA MADRE TIERRA Y LOS ANIMALES. Esto es de lo mejor que le está
pasando al planeta tierra. Han bajado considerablemente los niveles de
contaminación en las grandes ciudades del mundo por efectos de la disminución
en las emisiones de CO2 generadas por los vehículos de combustión. También
rebajaron notoriamente, los desechos en los mares.
EL PUEBLO COMO PRIORIDAD. Por primera vez se están viendo a los gobiernos
capitalistas ocuparse de las necesidades del pueblo y colocar estas como prioridad
en las decisiones y funciones de los gobernantes. La pandemia está siendo un termómetro
que mide la capacidad y eficiencia de los líderes de las naciones y las
intenciones de su corazón en lo que tiene que ver con decidirse a proteger la
economía o a los seres humanos. Los aparatos del Estado han activado procesos,
acciones, programas para mejorar la calidad de vida de los habitantes, que sin
el coronavirus, difícilmente se hubiesen dado. Muchos de ellos podrían
perfectamente continuar aun cuando acabe la epidemia. Por ejemplo y para
nombrar solo un pequeño ejemplo, celebramos con beneplácito la decisión del
gobierno colombiano de enviar la pensión de vejez a los hogares de los
ancianos. Quienes antes de la pandemia debían hacer cada mes, largas y fastidiosas
filas en las entidades bancarias, las cuales ocasionaban que muchos de ellos
enfermaran y hasta murieran por ello.
LA SOBERANÍA DE DIOS. Cientos de millones de personas están dirigiendo sus
miradas, sus pensamientos y sus temores a DIOS. Así sea que haya sido por causa
del temor al virus. La Pandemia le está mostrando al mundo la fragilidad del
hombre. La dependencia total que tiene de su CREADOR. Y con sabiduría, los
cristianos acatamos las órdenes y recomendaciones de las autoridades porque
ellas son puestas por Dios. Es el mismo Dios quien nos manda al aislamiento
social. Necedad y estupidez es creer que por el solo hecho de ser creyentes
seremos inmunes al desplazarnos en las calles, y sitios de aglomeración de
personas.
Los que lo hacíamos y los que no lo hacían, todos unidos oremos desde
nuestros hogares al Dios altísimo, soberano y omnipotente por todos los
afectados por el Covid19. Clamemos al Señor por los más vulnerables, por todos
los que trabajan en el sector hospitalario y sanitario, por nuestros
gobernantes y autoridades, por nuestros hermanos en Cristo y por la sociedad en
general.
GRACIAS A DIOS, SU SOBERANÍA Y SU MISERICORDIA, SALDREMOS ADELANTE.
La Gracia y la Paz del Señor sean en todos sus hogares
Cesar Ángel
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